Hablamos con Unai Carmargo, socio de Tucho Consulting, una consultora bilbaina que ofrece consultoría para despachos en materia de marca, comunicación, prevención y estrategia de cambio. Hace unas semanas presentaron un estudio que analiza el tráfico de las webs de los despacho de abogados y con el que se puede tener una radiografía de su situación.

 

¿Por qué habéis hecho este estudio?

Porque nos gusta tocar la realidad con nuestras manos. Ya lo hicimos hace dos años con el Estudio de Experiencia Cliente: Nuestro trabajo diario nos da mucha información acerca de lo que ocurre con los despachos a nivel individual, y eso nos ayuda a formarnos una imagen de lo que puede ser el colectivo. Pero nos gusta ir un poco más allá y comprobar si lo que percibimos se corresponde con la realidad.

Tanto este estudio sobre las webs de los despachos como el de Experiencia Cliente comenzaron siendo algo interno, para conocer más a fondo la realidad, pero a la vista de los resultados, decidimos compartir nuestras conclusiones. Creemos que los abogados necesitan tener una visión amplia sobre muchas cosas que a día de hoy son esenciales para cualquier negocio –no solo legal, todo se ha transformado- y con nuestras publicaciones queremos ayudar a quienes sienten la inquietud o la necesidad de dar un paso adelante, o también a aquellos que todavía no se atreven, porque creen que es algo imposible, inabarcable.

Además, a pesar de que hoy en día hay mucha, muchísima información acerca de internet, incluso mucha dirigida específicamente al sector legal, pensamos que en muchas ocasiones hace falta que el abogado se sienta más identificado con lo que lee, algo más dirigido al grueso del sector, los abogados solos y los pequeños despachos. Y es que ellos también –o quizás sobre todo ellos- necesitan incorporarse a la nueva realidad del mercado.

¿Cuál es para ti el dato más impactante?

Bueno, en realidad uno que no tiene nada que ver con el tráfico que reciben las webs de los despachos… Me dejó muy impresionado ver que muchas de las webs no cumplen con los requisitos de la LOPD en lo tocante a cookies. ¡Cerca de un 40% de las webs que analizamos no lo hacen! Como se suele decir, en casa del herrero… Y es algo que hemos visto en otros campos, como por ejemplo en lo tocante a la prevención de blanqueo de capitales.

Pero a partir de ahí, me impactó mucho constatar que lo que ocurre en internet es que hay grandes diferencias entre colectivos, y que la gran mayoría de las webs de abogados son invisibles para Google. Estos podrían ser los colectivos:

• El colectivo de “los grandes”, que son conscientes de que internet es un canal en el que deben estar, y que son capaces de generar muchísimo tráfico a sus web.
• Los despachos que ya han apostado por lo digital y son consecuentes con su apuesta: Aquellos que se nota que están comprometidos: Tienen una web responsive, un blog que actualizan a menudo (pero no sólo eso…) Son los que más visitas consiguen, y posicionan mejor que los demás.
• Los que han dado sus primeros pasos pero no han ido más allá. Son los despachos que han creado una web, hace más o menos tiempo, pero que la han dejado ahí. No son capaces de generar visitas, y eso seguramente les hace reacios a ver que internet es un canal interesante. Son los invisibles para Google.
• Aquellos que no están en internet. Claro, estos no forman parte del estudio… y para mi son una gran incógnita, porque no tengo ningún dato fiable de cuántos despachos siguen sin estar ahí.

En definitiva, a día de hoy la percepción es que hay ganadores, y perdedores.

¿El sector legal está preparado para la transformación digital?

Hay cada vez más movimientos hacia esa transformación, muchas veces tímidos. Cada día hay despachos que se apuntan a tener una web, pero muchas veces me da la impresión de que lo hacen sin una estrategia clara, sin saber muy bien hacia donde van, y dirigidos sobre todo a que sea lo más barata posible. Eso hace que haya muchas webs que –independientemente del diseño, que eso va en gustos- no cumplan con unos mínimos, técnicos y de comunicación. Esas webs no sirven para su fin principal que es comunicar, y por lo tanto son inversiones fallidas.

Afortunadamente cada vez hay más voces dentro del sector que hablan de la necesidad de ir a lo digital, a todos los niveles. Incluso al nivel de generación de negocio, como especialización. Y es que la transformación digital afecta a los abogados, pero también a sus clientes. Lo que a día de hoy es una oportunidad de especialización, dentro de poco será algo esencial para cualquier despacho.

¿Algo que se quedase en el tintero a la hora de publicar el estudio?

Si claro, varias cosas, pero es que no podíamos irnos a algo súper extenso… Ya con la longitud actual me da la impresión de que hay hasta demasiada información, o de un carácter demasiado nuevo. Así que nos centramos en lo que pensamos podía ayudar más a los lectores. Pero hay una idea que me gustaría incorporar ahora:

No todo tiene que ver con criterios técnicos. La técnica ayuda, pero hay otros elementos clave a la hora de recibir visitas:

• Las palabras claves por las que posiciona la web son vitales, para generar visitas “de calidad”. Y la visita más cualificada es cuando te buscan a ti directamente… Eso se ve en los despachos con marcas fuertes –por supuesto los grandes, pero no solo ellos-, que reciben muchas búsquedas (hasta el 50%) como “búsquedas de marca”, lo que quiere decir que les han buscado directamente a ellos, que quieren verles a ellos, y no a otro.
• La constancia: Sobre todo si se apuesta por el marketing de contenidos. Empezar un blog y no darle continuidad no sirve.
• La estrategia y objetivos: Saber quién es tu público objetivo, y buscar la forma de llegar a él, para poder establecer una comunicación y saber cómo generar negocio. En este caso, podríamos pensar en el tipo de búsquedas que nos interesan. Un especialista en divorcios no estará interesado en que le encuentren por una búsqueda sobre Compliance.

Finalmente, ¿alguna recomendación para los despachos que quieran aprovechar internet y sus posibilidades?

Fundamentalmente una: Que tengan las cosas claras. Que antes de hacer nada, tengan una estrategia que les permita “atacar” con criterios de inversión. Porque si no, en vez de invertir, van a gastar… y se van a frustrar. Que aprendan, se asesoren, definan objetivos ligados a un presupuesto… y que entonces den el paso. 

Clica en la imagen para acceder al estudio