Decano del Colegio de Abogados de Guadalajara, Emilio Vega Ruiz lleva 30 años trabajando vinculado al Turno de Oficio. Para él lo fundamental es la labor social que realiza: ayudar a la gente que no tiene recursos para litigar.

¿Cómo cree que los clientes de la Justicia Gratuita perciben su trabajo?

Creo que no notan ninguna diferencia, ven la profesionalidad. La única diferencia es que el cliente de Justicia Gratuita en muchas de las ocasiones es un cliente más complicado porque se suele litigar con más ligereza al no tener que abonar los costes del abogado porque las paga el Estado a través de las indemnizaciones que nos dan a cambio de nuestro trabajo para los beneficiarios. El abogado no distingue si un caso es de oficio o no. En este caso, ejerce el mismo despliegue, profesionalidad y esfuerzo.

 ¿Ha cambiado la tipología de casos que atienden los abogados de oficio?

La verdad es que sí. Antiguamente se trataban asuntos como el típico robo de una gallina que ahora han desaparecido. Ahora hay muchos asuntos, tristemente, relacionados con violencia de género y asuntos de familia que son mayoritarios con otros de lesiones, peleas y robos. Los delitos sexuales e informáticos han venido a ocupar un espacio que no se tenía. Gracias a la formación que nos dan desde el colegio de abogados, estamos al día de todo lo que tengamos que saber para poder defender cuanto mejor los intereses de nuestros defendidos.

¿Por qué decidió apuntarse?

Al principio, cuando empiezas, es una ayuda más y es un campo en el que coges una experiencia tremenda. Pero cuando ya se lleva tanto tiempo como me ocurre a mí, en el Turno de Oficio lo fundamental es la labor social más que una cuestión de carácter económico o de conocimiento, por el hecho de ayudar a la gente que no tiene recursos para litigar.

 ¿Piensa que los casos en los que interviene un abogado de oficio reciben la misma atención por parte de los juzgados que el resto de casos?

Sí, por parte de los funcionarios y de la estructura judicial, no se diferencia.

 ¿Qué echa de menos en su tarea como abogado de oficio?

Está malísimamente pagado, pero de forma general, se echa de menos un respeto a la figura del abogado por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad, por los funcionarios y por el resto de los operadores jurídicos en esta materia. No sabemos por qué, pero el abogado siempre suele ser la más fea de todas las que bailan en este concierto que es la Justicia. Y más últimamente con lo que estamos padeciendo con tanta huelga que nos está perjudicando no solo a nosotros, a los clientes enormemente, pero sin duda al colectivo de la abogacía y la procura, sobre todo. Además, la carencia de medios es generalizada tanto para los trabajadores del turno como para el resto.

¿Qué tipo de formación se ofrece a los abogados del Turno en los colegios profesionales?

Las Junta de Gobierno las organizan y las gestionan, cuando vemos que es un tema interesante para los abogados del Turno de Oficio se plantean los cursos y estamos continuamente recibiendo e impartiendo formación de todas las materias del Derecho, siempre de una forma oportuna y puntual sobre las novedades normativas que existen respecto al funcionamiento de las materias que abarcamos dentro del mundo del delito.

¿Qué caso de oficio le viene a la mente cuando repasa su trayectoria?

Un asesinato perpetrado por múltiples personas con un jurado popular. Es el único que he hecho en mi vida y creo que no haré ninguno más porque te deja huella. Como experiencia, está muy bien pero no quisiera repetir. Fue un triunfo a nivel personal y profesional porque sacamos absueltos a los cuatro acusados. Marcó el resto de mi vida. Éramos cuatro abogados y somos  amigos para siempre después de haber estado juntos muchos días prácticamente durante 24 horas.