• La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos UPTA ha realizado el estudio comparativo de la evolución de los datos que publica el Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre altas y bajas en el RETA.

A lo largo de estos cuatro años, del 2013 al 2016, tan sólo se observa un crecimiento neto en el número de afiliados al régimen especial de trabajadores autónomos de 168.379.

Las altas se han producido a razón de 715.043, 782.356, 736.665 y 711.533, respectivamente desde el 2013 al 2016. Por el contrario, las bajas han tenido la evolución siguiente, 686.228, 707.558, 697.446, 685,986, con la periodicidad mencionada anteriormente.

Las conclusiones son evidentes y ponen de manifiesto lo que la organización venía sospechando estos últimos meses, y es que la alta rotación en el sistema viene dada, entre otros motivos, porque en la mayoría de los casos se ha emprendido por necesidad y no por oportunidad o vocación.

Además, se ha empujado hacia el emprendimiento a miles de personas que por estricta necesidad de seguir en el mercado de trabajo han decidido probar fortuna en el mundo de los negocios, sin ser este un sector que admita la “suerte” como una de sus causas de éxito.

Para Eduardo Abad, Secretario General de UPTA, “este es el resultado de una excesiva creación de expectativa entorno a la figura del emprendimiento. En estos años se ha apostado por la cantidad en el número de emprendedores dejando de lado la calidad en el emprendimiento”.

Las políticas desarrolladas por parte de las administraciones públicas en el fomento del emprendimiento y el trabajo autónomo tienen que acompañarse de mecanismos para tratar de garantizar el éxito en el mayor número de casos.

Tenemos que ser capaces de detectar cuáles son susceptibles de recibir las  ayudas al inicio de actividad y cuáles de ellas tendrán que desarrollar mejor su plan de negocio para poder conseguirlas. Es fundamental que podamos realizar un análisis completo de la idea de negocio y ser capaces también de acompañar al emprendedor a lo largo de sus primeros años de vida, esta fase es primordial, por la alta tasa de mortalidad de los negocios, ya que en el 70% de los casos no superan los dos años de vida.

La puesta en marcha del Plan de Relevo Generacional, los incentivos a la consolidación y las políticas que desde las administraciones autonómicas realizan al colectivo tienen que servir para fortalecer y mejorar el nivel del emprendimiento en nuestro país.