Cuenca, 6 oct (EFECOM).- El presidente de la Asociación de Autónomos ATA, Lorenzo Amor, ha calificado de “muy tacaña y ridícula” la propuesta de rebaja fiscal del IRPF para los autónomos, y ha reclamado medidas de reducción fiscal en el IVA, las retenciones y los pagos a cuenta.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en el IV Congreso de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en Cuenca, Amor ha explicado que la rebaja del Gobierno central es un gasto de 189 millones de euros, "que dividido entre 1,6 millones de autónomos sale a 115 euros al año", mientras que "sólo la factura de la luz de octubre va a ser más que ese dinero".

En este sentido, ha reclamado que lo realmente necesario es rebajar “el IVA de la luz, que algunos están pagando el 21%, y que paguen el 5%”.

Asimismo, ha considerado que los autónomos están “actuando de financieras, con retenciones del 15% para que dentro de un año Hacienda pague" lo que los autónomos están pagando ahora, por lo que ha recordado al Gobierno que lo realmente necesario “es que bajen las retenciones y bajen los pagos a cuenta”.

Amor ha abogado por “negociar sector a sector, provincia a provincia” los convenios colectivos, ante las concentraciones anunciadas por los sindicatos.

Ha recordado que cada día se firman nuevos convenios, pero que en la situación actual no se puede contemplar una subida con carácter generalizado en los mismos términos para todo el mundo.

“Hay sectores donde está subiendo un 2,5%, otros un 3% y otros un 5”, ha apuntado el presidente de ATA, que se ha mostrado partidario de seguir con la negociación colectiva.

Amor ha coincidido en la necesidad de potenciar la Inspección de Trabajo, sobre todo para combatir la economía sumergida y las empresas que “tienen mal encuadrados a sus trabajadores”.

Ha incidido en que los grandes competidores de los autónomos son “esas 500.000 actividades que se realizan cada día por cuenta propia sin pagar cotizaciones ni impuestos, dañando a quienes están dentro del sistema, y también aquellas empresas que tienen encuadrados a sus trabajadores de forma irregular”, sobre los que ha esperado que caiga “todo el peso de la Inspección”.