Madrid, 15 abr (EFECOM).- Fedea propone una indemnización por fin de llamamiento para fijos discontinuos en periodos de inactividad, una situación en la que cuantifican a 518.000 trabajadores a cierre de 2022, como manera de obligar a las empresas a internalizar el coste de la rotación.
El estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre trabajadores fijos discontinuos, presentado este lunes por su autor Florentino Felgueroso y por el investigador Marcel Jansen, propone que esta indemnización por fin de llamamiento percibida por el trabajador al entrar en situación de inactividad se le descuente de la cuantía final si es despedido.
El análisis de Fedea establece un "stock" de trabajadores fijos discontinuos de 1,25 millones de personas a 31 de diciembre de 2022, de los que 730.000 estarían en actividad y 518.000 en inactividad, una situación en la que ven una tendencia al alza.
Fedea ha incidido en el peso relevante de esta figura tras la reforma laboral y ha señalado que este creciente peso de los fijos discontinuos ha sido compatible con mayores tasas de terminación o interrupción de las relaciones laborales, esencialmente por abandonos voluntarios y, en menor medida, por despidos, y una mayor proporción de pluriempleados.
Según los datos de Fedea, el 49,7 % de las rupturas o finalizaciones en 2022 se debieron a abandonos voluntarios o dimisiones y el 32,5 % al despido y a causas no voluntarias.
Aunque Fedea no ha detallado datos de 2023, por ser aún provisionales, sí que ha señalado a una tendencia de mayor número de inactivos.
Más datos sobre llamamientos y propuestas de mejora
Felgueroso ha apuntado a la necesidad de contar con más datos y de analizar la frecuencia y duración de los llamamientos, así como los posibles efectos que tiene fijar en estos trabajadores la indemnización por despido en términos de antigüedad en la empresa y no del tiempo trabajado.
Al ser un contrato indefinido, el trabajador fijo discontinuo "debería sentirse más protegido y tener una posición de negociación más fuerte que un trabajador con contrato temporal", pero si la ruptura de las relaciones laborales siguen creciendo y su causa principal es el abandono voluntario, estos empleados "habrían dejado de percibir la indemnización por cese del contrato temporal".
"Hay que ver si las empresas están recortando esta duración para evitar indemnizaciones más elevadas", ha dicho.
Entre sus propuestas, Fedea también plantea una remuneración mínima en los períodos de inactividad o la introducción de un "bonus-malus", es decir, penalizar, aumentando las cotizaciones sociales, a las empresas con tasas de rotación relativamente altas y beneficiar, reduciéndolas, a las empresas con tasas relativamente bajas.
Fedea, que ha señalado las limitaciones de los indicadores vigentes para medir esta figura, ha realizado esta propuesta alternativa de cuantificación del stock de trabajadores fijos discontinuos cruzando distintas fuentes y los historiales laborales de afiliación a la Seguridad Social.
"Hay que clarificar los datos para entender mejor la realidad del mercado del trabajo tras la reforma laboral", ha subrayado Felgueroso.
El mayor peso de esta modalidad, que ha sustituido al contrato por obra, ha generado polémica y controversia estos años con peticiones al Gobierno para que dé más detalle sobre los periodos de inactividad de estos trabajadores.
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