Ana Rodrigo Madrid, 6 ago (EFE).- Los 'influencers sénior' están desafiando a través de las redes sociales muchos de los estereotipos relacionados con las personas mayores y cada vez son más demandados por las marcas que los ven como un reflejo creíble y auténtico para un grupo importante de consumidores.
Más de 12 millones de sénior -mayores de 55 años- están en internet y cuatro de cada diez consulta o publica en redes sociales más de una vez al mes, según el último barómetro del 'Consumidor Sénior' elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre.
Entidades sociales y expertos del ámbito del envejecimiento destacan el impacto de la 'generación silver' como inspiración para un envejecimiento activo o sobre nuevas oportunidades profesionales para muchos mayores.
Las marcas ven en estos mayores su capacidad de motivar para conseguir objetivos personales y profesionales, sin importar la edad o las circunstancias.
Calidad del contenido por encima de la cantidad
Son adultos mayores de 55 años que han logrado construir una marca personal en el mundo digital, compartiendo sus experiencias, aprendizajes o estilo de vida.
"Los referentes mayores de 55 años responden a la demanda de diversidad al representar a un grupo demográfico muchas veces ignorado o discriminado", explica Juan Fernández Palacios, director del centro de investigación.
Considera que "satisfacen las necesidades de una audiencia diversa que busca contenido relevante y representativo de todas las etapas de la vida, ya que su presencia en las redes sociales promueve la inclusión y rompe estereotipos".
A diferencia de muchos de los 'influencers' jóvenes, los mayores priorizan la calidad del contenido por encima de la cantidad, dan importancia al compromiso e inspiran sobre todo a las personas de entre 55 y 75 años, recoge la 'Guía de estilo de vida sénior' de la Fundación, que muestra un perfil que no tiene nada que ver con el que ofrecían hace unas décadas los abuelos.
"La actividad de los mayores de 55 años en redes sociales contradice la visión que presenta a los mismos como ‘inadaptados digitales’, cuando erróneamente se generaliza a todo el colectivo la brecha digital que afecta a las edades más altas", asevera a EFE Palacios.
Para los expertos del instituto de investigación, mostrar una variedad de edades en las plataformas digitales está ayudando a desafiar los estereotipos relacionados con el envejecimiento, a promover una mayor aceptación de la diversidad generacional y a establecer un puente entre generaciones.
Los referentes sénior, destacan, son una inspiración para públicos de esa edad en ámbitos de envejecimiento activo, reinvención laboral, gestión del día a día, turismo o moda, acercando contenidos útiles y de interés.
Esos perfiles son cada vez más buscados por las empresas que se dirigen a ellos, por ofrecer una perspectiva auténtica y confiable que aporta seguridad a sus productos y servicios.
La Abuela de Dragones, The Spanish King, Dominga ....
La ganadora de Masterchef Abuelos, Guadalupe Fiñana o Abuela de dragones, tiene 247.000 seguidores en Instagram y es una narradora con mucho desparpajo de la serie la Casa del Dragón, donde incluso aparece en uno de sus capítulos.
Andrés García-Carro, más conocido como The Spanish King, comenzó en el mundo de la moda a los 88 años. Ahora tiene 92, casi 54.000 seguidores en la misma red y protagoniza un videoclip de C.Tangana además de diversas campañas de moda. Las marcas creen que aporta diversidad y autenticidad en el mercado digital.
Dominga habla sola es un personaje creado por Elisabeth Justicia y es el alma de iniciativas que ponen el foco en el edadismo, la soledad o el papel esencial de las personas mayores. El Ayuntamiento de Soria la ha sentado casi en 'tamaño real' en un banco del parque de la ciudad, donde se ha convertido en un símbolo de autenticidad y rebeldía, con la que quieren fotografiarse jóvenes y adultos.
"Hablo de lo que me viene en gana porque no están las cosas como para que una se quede callada", asevera en su perfil de X, donde despliega su filosofía de la vida.
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