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“Precio es lo que pagas. Valor es lo que recibes”. Así lo define, Warren Buffet, uno de los más grandes inversores del mundo.

Mucho antes, Quevedo y  el poeta Antonio Machado, que no eran el oráculo de Omaha, ya dijeron: “Necio es quien confunde valor y precio”

La decisión de comprar o vender una empresa es crucial en el sector de los negocios. La buena compra (pago de un precio razonable en el momento oportuno) repercutirá satisfactoriamente en el devenir de nuestra entidad. Sin embargo, una adquisición efectuada en un mal momento, o a un precio excesivo, puede conllevar a la quiebra empresarial.

Desde el punto de vista económico, valorar un negocio no es tarea fácil.  La valoración de empresas no es una ciencia exacta. Y es que el valor de una empresa, entendido como una cifra exacta y concisa, no existe.  Así pues, se concibe más bien como un rango de valores de apreciación subjetiva, sometidos a hipótesis futuras.

Existen diferentes métodos que permiten establecer el valor de una compañía. A destacar, el método de valoración de descuento de flujos de caja (en adelante DFC).  Este suele ser el más utilizado para valorar empresas cuando existen expectativas de continuidad y funcionamiento.

Por ello, mediante la presente colaboración, pretendemos dar forma al siguiente título:

Valoración por Descuento de Flujos de Caja: Excel y Algoritmo de cálculo disponible

Concepto

El DFC es un método de valoración basado en la capacidad de la empresa para generar riqueza en el futuro. Esto es, capacidad que tiene la compañía para producir flujos de caja libres. Entendiendo por estos el resultado final de las corrientes de ingresos y gastos que se esperan obtener a lo largo de vida empresarial. Vida que se prevé ilimitada.

En este sentido, la valoración de una empresa parte de la expresión que a continuación indicamos, y que procedamos a explicar:

Valoración = (CF1/(1+k)) + (CF2/(1+k)) + … + ((CFn+VRn)/(1+k))

Donde CF1 es Flujo de Caja Libre para el periodo 1; k es la tasa de actualización; VR es el Valor residual; y n representa la vida empresarial ilimitada.

Así, el valor de una empresa por aplicación del DFC es el resultado de sumar los Flujos de Caja proyectados y el valor residual. Flujos de caja que habrán de ser capitalizados al presente. Podemos resumir el cálculo de este método en tres variables que nos permitirán llegar a obtener una valoración adecuada:

  • Flujos de Caja (CF)
  • Horizonte Temporal (Valor Residual)
  • Tasa de descuento (k, WACC)

A continuación, vamos a ver cómo afectan estas variables y como se calculan:

¿Cómo se calculan los flujos de caja libres (CF)?

El flujo de caja es la cantidad de dinero que obtendrá la empresa una vez satisfechas las necesidades, operativas y de inversión, para el desarrollo de su actividad. Es decir, la cantidad de dinero que quedará en la compañía para la devolución de deuda externa y/o retribución de los accionistas.

En definitiva, es el beneficio que la empresa tendrá al margen de cómo este financiada.

Para calcularlo partimos de la cuenta de resultados. Concretamente del denominado resultado de explotación.

Para obtener el flujo de caja será necesario añadir al resultado de explotación el impacto fiscal (tasa impositiva). También, se deberán incluir las amortizaciones (en tanto no producen una salida de caja). Además, otra variable a añadir son las necesidades de inversión de activo (adquisiciones de maquinaria, etc.). Y por último, habrá que introducir las necesidades operativas de financiación (compras de existencias, etc.) que la empresa prevea va a tener.

¿Cómo se proyectan los flujos de caja?

Los flujos de caja se proyectan con estimaciones. Se establecerán hipótesis de crecimiento, de gasto en inversión y en necesidades operativas.

Cabe tener en cuenta que la valoración dependerá, y mucho, del valor que tomen estas hipótesis. Para ello es necesario conocer cuál ha sido la evolución de la compañía en los últimos años. Con objeto de que estas hipótesis sean lo más reales posible.

¿Hasta qué horizonte temporal debo proyectar los flujos de caja?

El horizonte temporal marca el valor de la empresa a un periodo concreto de tiempo. Pongamos un ejemplo. Si proyectamos los flujos de caja a cinco años, obtendremos el valor de la empresa como si la misma únicamente tuviera una vida definida de 5 años.

Como suponemos que la empresa no va a durar solamente cinco años, sino que va a generar flujos de caja a futuro por un periodo de tiempo indefinido, se calcula el valor residual de la empresa, partiendo del último flujo de caja proyectado.

Por tanto, el valor residual será el valor de la empresa a perpetuidad. El cálculo de los flujos de caja al periodo n, teniendo en cuenta dos variables: tasa de actualización y crecimiento de la compañía a perpetuidad.

El Valor Residual atiende a esta expresión que indicamos:

VR= CFn x ( 1+ g ) / (k – g)

Donde CFn es Flujo de Caja para el periodo n, k es la tasa de actualización, g es la tasa de crecimiento a perpetuidad.

¿Qué es la tasa de descuento? ¿Para que necesito aplicarla?

La tasa de descuento es también denominada tasa de actualización. Esta tasa permite actualizar los flujos de caja proyectados a futuro. Traerlos al momento actual. No es lo mismo una cantidad de dinero en el año 2017 que en el 2027. Para poder compararlas tenemos que actualizar la cantidad obtenida en 2027 al momento actual, 2017.

Por eso cada flujo de caja calculado y proyectado, se actualiza o descuenta, al momento de hacer la valoración. Y este descuento, actualización, se efectúa aplicando la denominada tasa de descuento.

¿Cómo determino la tasa de descuento?

Uno de los métodos más utilizados como base para calcular la tasa de actualización es el denominado WACC.

Las siglas WACC, responden a la denominación Weighted Average Cost of Capital.  El WACC se calcula ponderando el coste de la deuda y el coste de los recursos propios. Siempre teniendo en cuenta la estructura financiera de la empresa. En la siguiente fórmula se puede observar el procedimiento utilizado para su cálculo:

WACC = Ke E/(E+D) + Kd (1-T) D/(E+D)

Donde Ke es el  Coste de los Fondos PropiosKd es el Coste de la Deuda Financiera,
E representa los Fondos Propios, D la  Deuda Financiera y
T la Tasa impositiva

Todas las variables aplicables al WACC son fácilmente determinables, salvo la estimación del coste del patrimonio (ke).

Para la estimación del coste de patrimonio, generalmente, se utiliza otro ratio denominado CAPM. Estas siglas responden a la denominación Capital Asset Pricing Model. Con el Modelo CAPM se permite calcular el precio de un activo teniendo en cuenta tres variables: (i)  tasa libre de riesgo (Rf), (ii) rentabilidad esperada (Rm) y (iii) riesgo del sector (b = Beta).

  • La tasa libre de riesgos atiende a la rentabilidad esperada por la inversión en Bonos emitidos por un Banco Central.
  • La rentabilidad esperada se identifica con la tasa de retorno que espera obtener el inversor. Teniendo en cuenta el mercado en que se invierte.
  • El riesgo del sector, es el riesgo del mercado inherente a la empresa y su actividad operacional y financiera. Adjuntamos a continuación enlace del que se pueden extraer los importes de este riesgo sector (Beta).

http://pages.stern.nyu.edu/~adamodar/New_Home_Page/datafile/Betas.html)

Ke = Rf + (E(Rm-Rf))*Beta

Aspectos clave a tener en cuenta en la aplicación del DFC

Bajo las premisas indicadas, el método de valoración por DFC atiende a las siguientes ideas:

1.- Cálculo de los flujos de caja a futuro, bajo unas hipótesis de crecimiento e inversión determinadas

2.- Cálculo del Valor Residual de la empresa en base al último flujo de caja proyectado, aplicando una tasa de crecimiento a perpetuidad.

3.- Cálculo de la tasa de descuento para actualizar los flujos de caja y el valor residual, en base al coste de los recursos propios y ajenos de la compañía.

El sumatorio de los flujos de caja descontados y el valor residual dará como resultado la valoración de la empresa.

Conclusión

El método de valoración por DFC atiende al resultado de calcular los flujos de caja que una empresa es capaz de generar. Teniendo en cuenta unas hipótesis determinadas de crecimiento e inversión. Y finalmente, descontando esos flujos de caja al momento actual.

El método de valoración por DFC es uno de los más utilizados en la actualidad. Al menos es uno de los modelos más aceptados por los expertos para obtener el valor de una empresa.  Su cálculo está basado en las estimaciones futuras sobre la capacidad de generar riqueza por la empresa.

En enlace que sigue, dejamos una plantilla de excel que permite valorar la a través del cálculo del DFC.

DFC Cálculo

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