El juzgado de Violencia de Género nº 2 de Bilbao retrasó finalmente el señalamiento proveniente de una guardia que había tenido el abogado Alfonso Goiri cuatro días antes, y que le coincidía con una vista que ya tenía programada en otro juzgado.

El letrado estuvo de guardia desde las siete de la mañana del sábado 13 de abril hasta el domingo 14 de abril y entre los asuntos en los que trabajó prestó asistencia al detenido en un caso de violencia sobre la mujer, en el que el domingo por la tarde, fuera de su horario de guardia, asistió al detenido frente al juzgado para conseguir la libertad provisional.

Según relata Goiri, en la especialidad del juzgado de violencia sobre la mujer, no solo se asiste durante la guardia, “también se atiende en el juzgado específico al día siguiente o cuando sea”, y dicha cita fue agendada para el miércoles 17 de abril, a una hora en la ya que tenía asignado con anterioridad otro señalamiento en el Juzgado de Familia en Getxo.

“Una cosa es el servicio de guardia 24 horas y otra cosa es actuar con cargo de designación del turno de oficio”, explicó Goiri al juez por vía oral y por escrito, y aunque intentó cambiar la fecha, este se negó alegando que “esa cita venía de comisaría y que él estaba de guardia hasta que se terminara el caso”. En comisaría comentaron que “el sistema no les dejaba cambiarlo”, según indica el letrado.

“Hay un problema en el señalamiento en casos de violencia sobre la mujer. Cuando el letrado llega a asistir al detenido ya se ha cogido una cita en la comisaría a través de su sistema”, afirma.

Alfonso Goiri acudió al Colegio de la Abogacía de Bizkaia para pedir amparo, ya que desde el juzgado le advirtieron que “si no asistía debía atenerse a las consecuencias”, palabras que también fueron repetidas a la decana del Colegio, Maite Morillo.

Desde el Colegio de Bizkaia recuerdan que “la guardia no obliga a disponibilidad inmediata cuando ha terminado, ni días después”, e intervinieron para que no se designase a otro letrado. Alfonso Goiri acudió al juzgado cuando terminó el otro señalamiento que tenía y se firmaron los papeles correspondientes. “Fue una situación de hecho, no hubo ninguna resolución”, matiza el letrado y anima a pedir amparo al Colegio “porque necesitamos un apoyo frente a posibles sanciones que puedan existir”.