Protección de Datos (AEPD) a la compañía aérea de bajo coste Ryanair por vulnerar la privacidad de los clientes al incluir un reconocimiento facial "en un proceso de verificación" de la identidad del viajero, acusación que la aerolínea rechaza.
Al informar en un comunicado sobre su denuncia, Noyb, oenegé fundada para defender el derecho a la privacidad, califica de "intrusivo" e "injustificado" el citado proceso.
Éste se aplicaría a los clientes solo cuando hacen una reserva a través de una agencia de viajes por internet y no si compran el billete directamente en la web o aplicación de Ryanair.
La oenegé, cuyo nombre es el acrónimo de la expresión inglesa "None of your business" ("No es asunto tuyo"), recuerda que el reconocimiento facial utiliza datos biométricos de las personas, lo que es "una categoría especialmente protegida por la ley" en la Unión Europea (UE).
"Las autoridades europeas de protección de datos dicen incluso que el reconocimiento facial puede plantear 'riesgos inaceptablemente elevados' para las personas", subraya.
Además, denuncia que Ryanair no proporciona información comprensible sobre la finalidad de este proceso "intrusivo", con lo que éste "no es válido con arreglo al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR)" de la UE.
"Al empujar a los clientes a pasar por su intrusivo proceso de reconocimiento facial, Ryanair consigue tanto violar la privacidad de sus clientes como asegurarse de que no vuelvan a reservar a través de proveedores externos en otra ocasión", afirma en la nota Felix Mikolascch, abogado de Noyb.
Por su parte, Ryanair rechaza estas acusaciones y asegura que todos sus procesos de verificación cumplen con las normas del GDPR.
En un comunicado enviado a EFE, la aerolínea aclara que ninguna agencia de viajes por internet está autorizada a vender sus vuelos, pese a lo cual "en muchos casos malvenden" proporcionando "información de contacto del cliente/detalles de pago incorrectos".
Explica que esa es la razón por la que el viajero que reserva a través de una página no oficial de Ryanair debe completar un proceso de verificación, que califica de "sencillo".
Además asegura que el cliente "puede elegir la verificación biométrica o, alternativamente, completar un formulario de verificación digital, ambos totalmente conformes con todas las normativas GDPR".
Según Noyb, todo empezó cuando una mujer que adquirió un vuelo de Ryanair a través de la empresa eDreams denunció el requerimiento de la aerolínea de realizar una verificación facial o, en su defecto, ir al mostrador de facturación más de dos horas antes del vuelo para hacer el reconocimiento.
La oenegé asegura que al recibir la reserva "la aerolínea ya dispone de toda la información pertinente".
Además, "una verificación de los datos de contacto a través de datos biométricos tampoco tiene mucho sentido: la dirección de correo electrónico no está impresa en el rostro o en el pasaporte", resalta en la nota el director de programas de Noyb, Romain Robert.
La oenegé cree que el objetivo de la aerolínea es evitar que los viajeros compren vuelos a través de otras páginas web, ya que así no pueden ver los gastos adicionales que les ofrece Ryanair, como reservas de hoteles o coches.
En su comunicado, Noyb confía en que esta demanda ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) pueda prosperar.
"Podría imponerle una multa de hasta 192 millones de euros" a Ryanair, teniendo en cuenta que la compañía facturó 4.800 millones de euros en 2022, señala la ONG.
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