En un artículo anterior ya tratamos la Responsabilidad del Farmacéutico Titular de una Oficina de Farmacia. En el presente, nos centraremos en la responsabilidad del farmacéutico por error en la medicación.

Los errores de medicación imputables al farmacéutico son los referentes, principalmente, a la elaboración, conservación, dispensación y administración de medicamentos. El daño que puede causarse por los errores de medicación forma un abanico muy amplio, desde perjuicios leves a graves, e incluso, el fallecimiento del afectado.

Estos errores, aunque sean involuntarios, no eximen de responsabilidad.  En base a ello, la responsabilidad del farmacéutico puede ser: administrativa, civil o penal.

• Responsabilidad administrativa.  Es la que deriva del incumplimiento de las normas administrativas, siempre y cuando la infracción cometida esté contemplada por ley.
• Responsabilidad penal. Es la que nace cuando la actuación del farmacéutico es subsumible en un delito penal.
• Responsabilidad civil. Es la que nace cuando el error por parte del farmacéutico genera un daño e implica el resarcimiento del mismo a través de una indemnización.

El inicio de actuaciones mediante una u otra responsabilidad depende del asunto en cuestión. Ningún caso es igual y, mucho menos, no todos los casos tienen las mismas consecuencias a efectos del perjuicio causado. Así, en atención a ello y a criterio del abogado especialista, se optará por una vía u otra.

Errores imputables al Farmacéutico

Como hemos indicado con anterioridad, los errores imputables al farmacéutico, aunque sean involuntarios, son los referentes a la elaboración, conservación, dispensación y administración de medicamentos.

• Elaboración

Este apartado de elaboración comprende las fórmulas magistrales (medicamento elaborado para ser destinado a un paciente específico), los preparados oficinales (medicamentos elaborados y garantizados por un farmacéutico o bajo su dirección, elaborados normalmente en lotes, para dispensarse en la oficina de farmacia), a los medicamentos reenvasados (medicamento envasado para que pueda administrarse al paciente en la dosis prescrita por el médico), las fórmulas normalizadas, las nutriciones artificiales (se proporciona a las personas que no reciben suficientes nutrientes a través de las comidas o bebidas), etc.

En esta intervención no hay lugar a dudas: el farmacéutico es responsable de aquello que elabora.

• Conservación

El farmacéutico es responsable de la adecuada conservación de los medicamentos y productos sanitarios.  Tanto la deficiente conservación como el hecho de disponer y dispensar medicamentos caducados, son una de las principales causas por las que se exigen responsabilidades a los farmacéuticos.

• Dispensación

El farmacéutico titular de Oficina de Farmacia es responsable de los errores de dispensación aunque el autor material sea un técnico. Ya lo mencionamos en este artículo, el farmacéutico titular responde de los errores que ocurren en su oficina de farmacia. El farmacéutico o el técnico de farmacia deben asegurarse de la perfecta correspondencia entre el medicamento que se dispensa y el que prescribe el médico.

• Administración

La responsabilidad del farmacéutico en la administración nace, principalmente, cuando proporciona una deficiente información, sobre todo, cuando dispensa medicamentos en dosis unitarias.

Conclusión

El error en medicación puede suponer para las personas afectadas perjuicios muy graves, alguno de ellos de carácter irreversible y, de todos ellos el responsable es el farmacéutico.

La responsabilidad del farmacéutico en relación al error en la medicación puede ser, a pesar de que el mismo sea involuntario, tanto administrativa como civil e, incluso, penal. En muchas ocasiones, la exigencia de responsabilidad al farmacéutico va de la mano del resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados a través de una indemnización.