En un principio, quedaban excluidos de cobrar el cheque las trabajadoras y trabajadores que habían causado baja por Covid-19, los que habían causado baja por cuarentena aun teniendo preinscripción médica y los que se habían pedido reducción de jornada atender los cuidados familiares. Y aunque la empresa rectificó de acuerdo con los dos primeros grupos, facilitándoles la tarjeta para compras, continuó dejando fuera a las trabajadoras y trabajadores que tuvieron que pedir la excelencia para atender su situación familiar.
Ambos trabajadores reclamaban que la empresa les reconociera la tarjeta de reconocimiento personal, con un importe de 200 euros, o al menos la parte proporcional del mismo por los días trabajados durante la vigencia del estado de alarma.
La denuncia consideraba que la no entrega de la tarjeta era discriminatoria y vulneraba el principio de no discriminación salarial, en cuanto a la decisión por parte de la empresa no era objetiva ni razonable, puesto que ambos trabajadores no tuvieron más opción que solicitar la reducción de jornada para atender a sus hijos en circunstancias extraordinarias, reincorporándose a sus puestos de trabajo el 13 de abril y el 25 de abril de 2020.
La empresa se opuso alegando que no se producía discriminación “al ser una decisión extraordinaria”, siendo decisión de la empresa fijar las condiciones y requisitos para el acceso a ella”. Sin embargo, el dictamen ha sido favorable para UGT.
El texto ha señalado que “la desigualdad de trato supone una infracción del artículo 4 de la Constitución Española por introducir una diferencia entre situaciones que pueden considerarse iguales y que carece de una justificación razonable”.
“No entendíamos porqué cobraba el cheque todo el mundo, jefes y gente del sindicato de la empresa, pero se dejaban trabajadores fuera”, ha recalcado Javier Rodríguez, delegado sindical de UGT Ciudad Real. “No había colegios, ni guarderías, ni nada, y en la era Covid19 del estado de alarma no tenían donde dejar a sus hijos. Se acogieron simplemente a lo que les permitía la ley, y es que Carrefour debería cuidar también a sus trabajadores y trabajadoras y no solo a sus clientes”.
“Esta sentencia tiene que servir de antecedente y base, que se vea a nivel nacional como UGT y los sindicatos de clase se mueven”, ha recalcado Rodríguez.
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