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  • El 25,2% de las pymes redujeron su empleo en 2020 con relación al 2019, un 62,5% lo mantuvo y un 12,3% lo aumentó. Las expectativas de empleo para 2021 resultan algo más favorables, pero lejos de niveles anteriores. Solo el 15,4% de las pymes señalaron que aumentará su empleo, el 74,9% lo mantendrá y 9,6% lo disminuirá.
  • El 52,6% señala haber reducido sus ventas en 2020, el 26,1% consiguió mantenerlas y un 21,3% las aumentó. Para el año 2021, las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre. Así, en el primer semestre el 25,0% de las empresas considera que sus ventas aumentarán (37,5% prevé que aumenten en el segundo semestre).
  • Los datos muestran que la situación generada por la COVID-19 impactó de manera más negativa en las microempresas, en aquellas empresas acogidas a un ERTE/ERE, en las empresas de 10 años o menos (jóvenes) y en las pymes pertenecientes a los sectores industrial y de servicios.
  • La crisis afectó a la internacionalización de las empresas españolas. Más concretamente, el 47,2% de las empresas afirmó haber registrado un impacto negativo en su nivel de facturación en el exterior.

El Consejo General de Economistas de España (CGE), FAEDPYME y la Cámara de Comercio de España han presentado hoy en formato virtual el Informe pyme 2021 que lleva por título Impacto económico de la COVID-19 sobre la pyme en España, que han elaborado las dos primeras entidades con la colaboración de la Cámara, y que consiste en un estudio empírico a partir de la información proveniente de una encuesta realizada a directivos de cerca de 1.000 pymes españolas, lo que permite hacer una estimación del impacto de la crisis en el empleo, las ventas, las finanzas y otros indicadores económicos y financieros de las pymes españolas, con objeto de identificar las principales dificultades que atraviesan estas empresas y  definir las medidas que estas demandan para favorecer la salida de la crisis.

El documento refleja de manera clara y concisa cuál es la situación real de las pymes españolas y de los problemas a los que tienen que hacer frente. De esta forma, se proporciona una potente herramienta que puede ser muy útil a la hora de identificar las principales áreas de acción a las que destinar recursos con objeto de dinamizar la actividad productiva, planificar estrategias a seguir e incrementar la competitividad del tejido de pequeñas y medianas empresas.

En la presentación han participado Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE); José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España; Salvador Marín, presidente EFAA for SMEs, director Cátedra EC-CGE y coordinador del “Informe pyme 2021”; Domingo García, coordinador del “Informe pyme 2021” y director general de FAEDPYME;  y Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara Comercio de España.

Todos ellos han coincidido en que el análisis y lectura global de este informe nos muestra un panorama de afectación completa para la pyme española; por lo que estos resultados, que en definitiva no son más que la opinión real de uno de los principales actores y motor económico de nuestro país, pueden servir de guía a los decisores sobre las políticas de apoyo a la pyme, incluidos los derivados del enfoque o asignación de los denominados fondos Next Generation EU, de en qué deberían centrar sus esfuerzos y decisiones para el desarrollo efectivo de su actividad futura.

Para el presidente del CGE, Valentín Pich, “si bien el informe refleja una cierta mejora de las expectativas de empleo de las pymes para este año, no hay que olvidar que en 2020 se destruyeron más de 600.000 empleos –sin contabilizar los 700.000 trabajadores que aún se encuentran en ERTE–, por lo que el dato de que sólo un 15% de los encuestados prevea crear empleo en 2021 resulta bastante desalentador si tenemos en cuenta la caída experimentada el año pasado. Con respecto a los ERTE, Pich ha traído a colación dos datos muy significativos del Informe. El primero es que el 43,7% de las empresas de la muestra se han acogido a un ERTE/ERE. El segundo dato es que si bien un 25,2% de las pymes redujeron su empleo en 2020 con relación al 2019, en el caso de las empresas acogidas a un ERTE o ERE el empleo disminuyó un 33,3%. A ello hay que sumarle que el 52,6% de las pymes señala haber reducido sus ventas en 2020. Según Pich, a la vista de estos porcentajes, parece necesario “que las empresas en ERTE sigan contando con un apoyo adicional durante un tiempo –en forma de ayudas directas y mediante la disminución de impuestos y tasas– para evitar su destrucción”.

El presidente de los economistas también ha llamado la atención sobre dos cuestiones que el Informe parece evidenciar: que el acceso a la financiación no ha sido un problema grave para las pymes durante la pandemia generada por la COVID-19 y que las pymes españolas, en general, han sabido adaptarse a los cambios de mercado con rapidez para dar satisfacción a sus clientes.

Por último, el presidente del Consejo General de Economistas ha extractado algunas de las medidas recogidas en el informe para favorecer la salida de la crisis, entre las que ha destacado dos de carácter estratégico: ayudas para la internacionalización e incentivos a la innovación, especialmente en el ámbito de la digitalización.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha asegurado que “España necesita afrontar, en el corto y medio plazo, una profunda transformación que permita recuperar y consolidar la senda de crecimiento durante la próxima década. Dada su relevancia en el tejido productivo, las pequeñas y medianas empresas emergen como el eje fundamental para alcanzar un modelo de crecimiento más sólido, sostenible e inclusivo. Parece claro que no habrá reconstrucción ni transformación del modelo económico sin poner el foco en las pymes.”

En la presentación también han intervenido Domingo García y Salvador Marín, coordinadores del informe, junto con Francisco Somohano, quienes también han incidido en el tema de los ERTE destacando que “en este estudio se pone de manifiesto que las pymes han sufrido los estragos de la crisis COVID-19 de manera virulenta, y que aquellas que más lo han sufrido son, lógicamente, las que se acogieron a ERTE/ERE. Asimismo, son estas las que peores expectativas esperan para 2021, concretamente las empresas que tienen unas expectativas más favorables serían las empresas medianas (aunque únicamente el 28,7% tienen expectativas de crear empleo, después de venir de caídas importantes), las empresas no acogidas a un ERTE/ERE, las empresas maduras, y las empresas de los sectores de construcción y comercio”.

 

Así mismo, Marín y García han señalado que “aunque para el año 2021, lógicamente las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre, estas estarían aún muy lejanas de la recuperación previa a la crisis, deberían tener más capacidad de crecimiento en función de la caída experimentada. Estas subidas serán claramente insuficientes y un espejismo de recuperación si no vienen acompañas de un apoyo real y directo al tejido productivo de la pyme, vía acceso real a los fondos Next Generation u otros. Así, en el primer semestre el 25,0% de las empresas considera que sus ventas aumentarán (37,5% prevé que aumenten en el segundo semestre), mientras que esperan una disminución de las ventas en el primer trimestre el 22,6% de las empresas (15% prevé una disminución en el segundo semestre). Las expectativas de ventas más favorables para 2021 las presentan las empresas medianas, las que tienen una edad superior a los 10 años (empresas maduras) y las pertenecientes al sector comercio”.

 




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