Una de las consecuencias más importantes que se ha visto con la gran crisis económica que hemos vivido en este decenio ha sido la necesidad de evolucionar el asesoramiento legal que recibían las pymes, los autónomos y las empresas de nueva creación en un asesoramiento integral.
El tradicional cartel que colgaba en miles de asesorías legales con aquello de laboral-fiscal-contable, hoy en día ha dejado de tener sentido. Hoy, las empresas requieren de un asesoramiento integral y que desde las asesorías se les acompañe en la evolución y desarrollo del negocio.
El asesoramiento tradicional
Es obvio que el asesoramiento tradicional sigue siendo necesario, las áreas básicas de la gestión empresarial siguen concentrándose ahí, en la gestión diaria de las empresas. La Pymes, los autónomos, las startups, las nuevas empresas que surgen siguen careciendo de una organización interna que les permita su gestión, pero lo que ha cambiado, incluso en este tipo de asesoramiento, es el enfoque. Las empresas necesitan aumentar la previsión de riesgos y sentirse más arropadas en la gestión diaria.
1. Asesoramiento Laboral
Es obvio que con la continua reforma de nuestro mercado de trabajo y su interpretación jurisprudencial requiere un asesoramiento permanente, no sólo cuando surgen las necesidades de contratación de nuevos empleados, dado los diferentes modelos de contratación, la gestión de nóminas, la gestión de riesgos laborales, etc. sino también, resolviendo todas vicisitudes propias de las relaciones laborales.
2. Asesoramiento Fiscal
La fiscalidad es otra de las cuestiones complejas a las que una Pyme se enfrenta, en constante cambio e interpretación, las normas fiscales requieren de un asesoramiento clave en la toma de decisiones de una empresa, por lo que no es suficiente un asesoramiento enfocado a la gestión de impuestos, sino que, también, se requiere un acompañamiento en la toma de decisiones de nuevas inversiones, compras estratégicas, implantación en nuevos mercados….
3. Asesoramiento contable
Al igual que el asesoramiento laboral y fiscal, la contabilidad requiere de la intervención experta del personal cualificado, tanto por su complejidad, como por la interpretación de sus normas.
4. Mercantil
Al igual que, los anteriores el asesoramiento mercantil también ha evolucionado, ya no es suficiente la formalización de empresas, se requiere la contante adaptación a las normas societarias, más cuando intervienen varios socios y accionistas y los intereses en la gestión de las empresas pueden derivar en tensiones internas.
En las Pymes toma especial relevancia la protección del patrimonio personal. La Ley de Sociedades de Capital puede llevar al administrador o miembros del consejo de administración de una Sociedad Anónima o de Responsabilidad Limitada a responder con su patrimonio personal por la mala gestión de su sociedad o incluso a la inhabilitación para volver a ser administrador y obviar un asesoramiento especializado puede tener, también, sus consecuencias.
Las necesidades surgidas con la crisis
5. Consultoría
Una de las consecuencias más graves de la crisis fue la de tener que redefinir los negocios, volver a redimensionarlos, establecer decisiones estratégicas claves para la viabilidad futura de las empresas y Pymes. El apoyo externo a la visión del empresario hizo necesario, en muchísimas ocasiones de un acompañamiento que solo asesores con un expertise cualificado podían aportar. Hoy en día este aporte estratégico es fundamental, y el apoyo de quien puede tener una visión más amplia de los mercados, de la evolución económica también.
6. Asesoramiento legal y procesal
La crisis hizo que se requiriera que el asesoramiento legal se convirtiera en una pieza clave para la supervivencia de las empresas, la formalización de despidos, los procedimientos de expedientes de regulación de empleo, la renegociación de deudas, la internacionalización y otras tantas cuestiones similares. Cuestiones que requerían de un asesoramiento experto, pero no sólo para dar soluciones puntuales, sino cómo acompañante de la estrategia, un plan de viabilidad de futuro.
El recurso a abogados procesalistas fue tan necesario como clave para resolver muchos litigios con bancos, proveedores, impagados…. que terminaban en conflictos ante los tribunales de justicia.
Desde la perspectiva de hoy, el asesoramiento legal tiene que ser preventivo y anticiparse a muchos de los problemas que se generan en el día a día de las Pymes. De ahí la necesidad de contar con asesores que aporte una visión integral al negocio y puedan anticipar y prevenir estos problemas.
7. Startups y nuevas empresas
Si algo trajo la crisis fue la creatividad, surgieron nuevos negocios y oportunidades en forma de emprendimiento que llevó a la creación de startups y nuevas empresas. Su forma de constitución, la gestión, los pactos entre los socios o los modelos de financiación requerían nuevas visiones y asesoramiento diferenciados a lo tradicional. Todo esto ha venido para quedarse. Son nuevas formas de gestionar, nuevas maneras de desarrollar negocios, más flexibles y adaptados a las necesidades que requieren de soluciones más ágiles en el asesoramiento.
8. La empresa familiar
Las Pymes y un gran número de nuestras empresas tienen un componente familiar en la gestión de los negocios. La crisis puso en muchos casos encima de la mesa la necesidad de renovación, de poner en manifiesto la formalización de protocolos familiares, de definir el modelo de la sucesión de la empresa… algo que siempre requiere de una consultoría con conocimiento y que permita la viabilidad y la continuidad de las empresas familiares.
Nuevas regulaciones
Las obligaciones legales de las empresas cada vez son más y más complejas, y de ahí vuelven a surgir nuevas necesidades de asesoramiento que solo pueden tener sentido dentro de un asesoramiento integral como ofrece la consultoría jurídica GD Legal. Destacamos dos de las que, hoy en día, una pyme no puede obviar:
9. Protección de datos
La nueva regulación la protección de datos introducida por el Reglamento General de Protección de Datos aplicable desde el 25 de mayo, ha supuesto un paso más en el control de la información que manejan las empresas de empleados, clientes, proveedores, usuarios… Además, la inmensa mayoría de nuestras Pymes ofrecen sus servicios a través de internet y cuentan con plataformas de comercio electrónico. Han surgido nuevos protocolos de control, figuras como el Delegado de Protección de Datos, nuevos requerimientos que suponen de un asesoramiento definido y particular para cada tipo de negocio.
10. Compliance
Por último, no podemos olvidar la regulación que establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas y la necesidad de establecer protocolos de prevención, también con nuevas figuras como el compliance officer o director del cumplimiento normativo, cuya implantación pueden ayudar a limitar o a exonerar, en su caso, la responsabilidad de las empresas.
Conclusión
Estas 10 claves de asesoramiento de Pymes, empresas, emprendedores… nos son más que una muestra de que el concepto del asesoramiento empresarial ha evolucionado a un acompañamiento integral de los asesores y consultores con las empresas.
El mercado evoluciona con dinámicas muy diferentes a las que conocimos antes de la crisis económica. Las empresas no pueden ir a remolque de su evolución, nuestras Pymes necesitan estrategias, asesoramiento preventivo y visión integral que les puedan hacer crecer y ser más competitivas.