Uso de las piscinas públicas y comunitarias en la nueva normalidad

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Te contamos cómo y con qué normativa podrás utilizar las piscinas este verano.

Desde el final del estado de alarma, son los gobiernos autonómicos los que se encargan de aprobar medidas que sirven para regular la nueva normalidad.

Aunque ya no hay restricciones de movimiento por todo el país, sigue habiendo medidas para poder evitar una nueva crisis sanitaria. Con la limitación de aforos en establecimientos y zonas públicas y la aplicación de normas de seguridad sanitarias básicas, entre otras normas, las comunidades autónomas toman el control en sus territorios en función de las necesidades de cada una de ellas.

Así pues, también en el uso de las piscinas, serán las comunidades autónomas las que determinarán cómo usarlas. Si bien todas las comunidades han de cumplir unas normas básicas de uso, como el mantenimiento constante de la higiene y la distancia de seguridad sanitaria, cada una de ellas podrá regular aspectos tan esenciales como el aforo y sistemas de uso (con o sin cita previa).

Medidas comunes

La mayoría de las comunidades autónomas han coincidido en la aplicación de algunas medidas comunes a todas las piscinas públicas y comunitarias. Estas son las siguientes:

Aforo limitado

Con carácter previo a la apertura, y durante su uso, se limpiarán y desinfectarán las instalaciones (vaso, corcheras, material auxiliar de clases, rejilla perimetral, botiquín, taquillas…) varias veces, con los productos adecuados para ello y autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Se debe establecer una distribución espacial, limitando los espacios con el fin de respetar los dos metros de seguridad.
Puesta a disposición de los usuarios de gel desinfectante y jabón.
No se podrá hacer uso de las duchas en los vestuarios ni de las fuentes de agua.

Piscinas comunitarias

En cuanto a las piscinas comunitarias o de urbanizaciones, además de cumplir las normas adoptadas por cada comunidad autónoma y las medidas ya establecidas previamente por los ayuntamientos, han de cumplir las normas que establezcan los propios vecinos, como pueden ser los horarios o incluso decidir si se abren. Se podrán establecer todas aquellas restricciones o normas de uso que se estimen oportunas, a fin de respetar y proteger la seguridad de los vecinos y así poder evitar posibles contagios.