Los okupas son personas que entran a la fuerza en un edificio o vivienda abandonado y se quedan a vivir en él. Aunque eso es lo habitual, en ocasiones se encargan de vigilar otro tipo de viviendas que sí están habitadas para, en el momento de detectar la ausencia de sus propietarios, acceder a ellas y quedarse instalados dentro.

Este movimiento es muy común en España debido a las dificultades para acceder a una vivienda y a lo complicado que en algunas ocasiones puede resultar a los propietarios deshacerse de estos indeseados inquilinos.

Por tanto, a pesar de ser el propietario de una vivienda, debes conocer qué derechos asisten a las personas que podrían ocuparla y que puedes hacer para proteger tu casa de modo legal.

Cómo desalojar un okupa legalmente

Afortunadamente, los cambios actuales realizados en la normativa permiten presentar un procedimiento judicial denominado desahucio por precario o desahucio express de okupas, que es más rápido y suele resolverse en el plazo de uno a dos meses.

Este procedimiento está basado en una acción judicial que persigue el desalojo de las personas que se mantienen en una vivienda sin permiso de su titular.

El propietario tendrá que solicitar vía judicial que los ocupantes del inmueble sean desalojados, a través del juicio verbal, que es un proceso ágil y rápido.

Durante el procedimiento, primero se requiere al demandante, que tendrá que acreditar que es el legítimo propietario, aportando algún documento como escrituras o contrato de alquiler.

Posteriormente, se le solicitará mediante notificación judicial a los okupas que acrediten su derecho a ocupar y residir en el inmueble. Al no tener título para defenderse, el Juzgado ordenará directamente su desalojo, concediéndoles un plazo de veinte días para hacerlo.

Si no abandonan la vivienda en ese plazo, se acordará su lanzamiento, que consiste en expulsar a los ocupantes de la vivienda por medio de una Comisión Judicial acompañada de la Policía.

Lo mejor para la tramitación de este procedimiento es contratar los servicios de un abogado. En reviewsbird.es podemos encontrar opiniones sobre los mejores profesionales y ayudarnos con la decisión de su contratación.

Qué medidas no tomar para echar un okupa

Es probable que ante la ocupación de nuestra vivienda y la desesperación por la demora en la tramitación que resuelva nuestra situación, optemos por tomar nuestras propias medidas para intentar desalojar a los okupas.

Debemos tener claro que, ante la ley, los okupas se consideran moradores de nuestra vivienda y el Código Penal recoge diferentes técnicas consideradas como delito de coacciones, por lo que las debemos evitar.

Por ello, no podemos: cambiar la cerradura de la vivienda, colarnos dentro cuando ellos se ausenten, amenazar, agredir o insultarlos, ni cortar ningún tipo de suministro como luz o agua.

Es necesario armarse de paciencia, acudir a la Comisaría de Policía a denunciarlo y seguir todos los trámites, según el procedimiento que hemos explicado en el apartado anterior.

Consejos de protección para tu hogar

Por último, para intentar evitar que tengas que pasar por esta situación de ocupación de tu hogar, compartimos una serie de consejos para proteger tu vivienda.

• Cierra la puerta siempre con llave. Si tienes más de una cerradura, aunque vayas a salir solo por un momento, asegúrate de cerrarlas todas.

• Ten un buen sistema de videovigilancia, si es posible con la cámara instalada en la base externa de la calle para identificar quien llama desde el exterior.

• Ten contratado un sistema de alarma conectado con una central, que avise al momento de las incidencias que ocurran.

• Si ves a gente sospechosa merodeando tu hogar o alguna zona donde haya viviendas desocupadas, no te cortes en informar a la policía.

• No escondas una copia de las llaves dentro de la casa, ya que los ladrones son especialistas en husmear en todos los rincones. Es recomendable buscar opiniones de seguros de hogar baratos y tener nuestra casa protegida ante los posibles destrozos que estos asaltos nos puedan ocasionar.

• Evita tener una rutina demasiado fija para tus entradas y salidas, ya que los potenciales okupas pueden estar vigilando tu casa y aprovechar esos momentos para ocupar tu vivienda.

• Por último, especialmente para viviendas vacaciones o de segunda residencia, intenta aparentar que están habitadas, dejando de vez en cuando música o alguna luz encendida. Si tienes la posibilidad y confianza suficiente, puedes encargar esta tarea a algún vecino. Así, verán movimiento constante en la casa y la anularán de sus objetivos.