Bruselas, 29 may (EFE).- El Tribunal General de la Unión Europea (TJUE) dio este miércoles la razón a la editorial malagueña Ediciones Literarias Independientes frente a la filial barcelonesa de Penguin Random House en un asunto relativo al registro de una marca de la UE.
El caso enfrenta a las dos editoriales por la inscripción en 2020 en el registro de marcas de la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO) de una imagen en la que se leen las palabras 'Plan B' por parte de la famosa editorial británica.
Ediciones Literarias Independientes solicitó la nulidad de dicha marca ante la EUIPO, organismo que, tras haber rechazado en una primera valoración la petición de la editorial malagueña, estimó el recurso de esta empresa.
En concreto, la EUIPO consideró que Ediciones Literarias Independientes era titular del nombre comercial anterior, registrado ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) en septiembre de 2016 para una imagen en la que se lee 'ediciones Plan B', por lo que "tenía un derecho exclusivo sobre dicho signo en el territorio español".
Además, este organismo europeo concluyó que Penguin Random House había actuado "de mala fe" en la medida en que su solicitud de registro de la marca "no era el resultado de una conducta conforme a los usos leales del comercio observados generalmente".
En particular, señaló que la británica "conocía la existencia del nombre comercial nacional anterior", puesto que antes había solicitado su registro en la oficina española de patentes, una petición que la OEPM rechazó al ser recurrida por la malagueña.
En consecuencia, la EUIPO determinó que Penguin Random House "había hecho uso del régimen de marcas de la Unión Europea para obtener lo que el régimen español de marcas le había denegado".
La editorial británica recurrió esta resolución ante la Justicia europea, que en su sentencia de este miércoles ha rechazado dicho recurso.
En primer lugar, el TJUE tumba el argumento esgrimido por Penguin Random House sobre una supuesta "falta de motivación" de la EUIPO y defiende que esta oficina "tomó en consideración todos los factores pertinentes del caso concreto, que, considerados en su conjunto, le permitieron concluir que existía mala fe".
Además, comparte el hecho de que la editorial londinense, al solicitar el registro de la marca ante la EUIPO, "tenía conocimiento de una serie de elementos que le permitían plenamente saber que había riesgo de confusión entre dicha marca y el nombre comercial anterior".
Por último, afirma que, a pesar de ser titular de varias marcas que contienen la letra 'b', Penguin Random House no puede sustentar su expansión comercial "en perjuicio de Ediciones Literarias Independientes, que goza de un derecho de prioridad en España" sobre la marca controvertida.
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