Carpeta de justicia

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Según un informe del Citi Private Bank’s Law Firm Group, los despachos deberán enfrentar, además del lento crecimiento de los últimos trimestres, problemas como la pronta jubilación de muchos de sus socios y el ingreso al mercado de nuevos competidores.

Nicola Z.

“Volatilidad” seguirá siendo la palabra clave para las firmas de abogados el próximo año. Al igual que en 2017, según un reporte del Citi Private Bank’s Law Firm Group —en colaboración con Hildebrandt Consulting—, las empresas que vieron un crecimiento en sus ingresos en el período actual están lejos de poder asegurar lo mismo para el siguiente, ya que el desarrollo de una compañía está cada vez más relacionado, y depende, del comportamiento de otras.

El mismo informe, descrito por Roy Strom en el sitio The American Lawyer, de Law.com, agrega que el lento crecimiento del mercado de servicios legales no disminuirá en los siguientes meses, sino que será muy parecido; sin embargo, éste no será el único desafío a enfrentar, ya que el envejecimiento de los miembros de las oficinas y el ingreso de nuevos competidores serán otros aspectos a discutir en forma seria.

Lateral hirings

Gretta Rusanow, directora de servicios de asesoría del grupo legal del Citi, señala que en un entorno en el que existe “tal nivel de dispersión, la pregunta es cómo serás la firma que está en el 50% de la ecuación que está creciendo; cómo vas a ser capaz de ganarle ese trabajo a las otras”.

Algunas soluciones que ya se han empezado a implementar a gran escala son el aumento de “lateral hirings” —concepto referido a la práctica de “levantarse” a un abogado de otro estudio, o hacer operar “la grúa”— y la consolidación mediante fusiones o la contratación de grandes grupos de empleados. Pero todo tiene riesgos.

Según el reporte al que alude The American Lawyer, en los últimos tres trimestres se anunciaron más de 75 fusiones de estudios de abogados, número que se dice podría ser mayor en 2018. Sin embargo, esta dinámica podría traer problemas si sólo se lleva a cabo como una forma de capturar presencia en el mercado.

Lo mismo ocurre al contratar abogados de los competidores, pues aunque se informó que el 59% de esas contrataciones realizadas entre 2011 y 2016 fueron exitosas, se ignora qué pasó con el resto.

A esto se suma que las oficinas jurídicas enfrentarán cada vez más competencia de proveedores no tradicionales. En este sentido, mencionan a las cuatro empresas de consultoría y auditoría más reconocidas —las llamadas Big Four—, es decir, Deloitte, PwC, EY y KPMG, como esos posibles nuevos actores, ya que el mismo informe señala que están “bien preparados para responder a las demandas de los clientes por la entrega de un servicio legal eficiente”.

Al respecto, un elemento que no se debería pasar por alto es que el gasto en tecnología y capacitación de las Big Four, dice el autor, sobrepasa con creces los ingresos de cualquier estudio de abogados.

El recambio

Prácticamente todo pasa por lo “equity partners”, eso es sabido. Lo que no es tan sabido es que según el informe de Citi, el 32% de ellos están en edad de jubilación, una situación para la cual muchas firmas pueden no estar tan bien preparadas.

¿Por qué? Debido a la poca importancia que le han dado a la preparación, cuidado y reclutamiento de promesas jóvenes.

Brad Hildebrandt, de Hildebrandt Consulting, explica que en cierto sentido ello se debe a que gran parte del crecimiento de los últimos tres o cuatro años ha sido a través de socios “laterales”, por lo que, agrega, “muy pocos asociados fueron hechos ‘equity partners’. El problema a largo plazo es de dónde vendrá el nuevo talento”.

 
* Éste es un extracto en castellano del artículo titulado “In 2018, Law Firms Will Face Greater Challenges Than Slow Growth“, publicado en el sitio web The American Lawyer.

Reproducción autorizada por Idealex.press  Ver artículo original

 




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