Oscar Daniel Franco Conforti
Dentro de la facilitación, la conferencia, es uno de los métodos más utilizados. Se los emplea tanto para la realización de consultas populares como para la reestructuración de una Pyme.
He explicado en el artículo “La variedad en la Justicia Restaurativa” que hay diversos modelos de prácticas y programas.
La multiplicidad de partes forzó el diseño de programas que pudieran dar respuesta a la necesidad de atención en esos casos. Surgieron así en base al diálogo facilitado multiparte básico, los programas denominados “conferencias” que se enfocaron a grupos familiares y comunitarios.
En esta práctica restaurativa el encuentro se expande y se incluye a terceros que asisten en apoyo tanto de la víctima-ofendido como del victimario-agresor, además se promueve la participación de algún representante de una institución afectada por el delito, si la hubiere.
En el ámbito de la Justicia Restaurativa se suele citar como ejemplo el desarrollo llevado a cabo a partir de 1989 en Nueva Zelanda en materia de Justicia Juvenil. Allí se comenzó a trabajar a nivel de policía local a través de lo que se denomino “programa de precaución restaurativa” que consistía en la realización de conferencias de grupos, que facilitadas por un policía local, estaban orientadas a las familias.
En origen esta metodología reproduce la tradición Maorí que durante siglos ha gestionado por esta vía los delitos y cuasi-delitos o faltas.
Una de las grandes ventajas de la Justicia Restaurativa es que sus prácticas son flexibles y gozan de una gran adaptabilidad.
Entre los múltiples derivadores de casos que hay, asociaciones de vecinos, hospitales, escuelas, institutos, cultos religiosos, los servicios sociales, juzgados, etc., la policía se constituye en un derivador de casos vamos a decir “natural” porque la gente acude a la policía a presentar denuncia por una múltiple diversidad de asuntos.
En lo personal, con la supervisión de la Universidad de Alicante, y la intervención directa del Prof. Dr. Javier Domínguez Alonso ese fue el sistema que implemente durante mis años como director del Servicio de Mediación Social Comunitaria del Ayuntamiento de Alicante, de 2009 a 2015; establecimos un protocolo de actuación por el que determinados asuntos pre-establecidos eran derivados antes de tomar la denuncia al Servicio de Mediación Comunitaria, y en muchos de esos casos se trabajaron en sesiones de diálogo facilitado multiparte básico.
Recuerdo una experiencia en la que los vecinos de un barrio en el que habían sucedido algunos episodios de hurtos con menores que “robaban para comprar droga” estaban muy enfadados con la policía y se veían muy afectados denunciando la situación de inseguridad ciudadana que se vivía en el barrio.
Convocamos a una Conferencia en la que participaron dos de los delincuentes habituales del barrio y se trató el tema del “trapicheo” (venta de drogas), varios vecinos y dos o tres representantes de asociaciones de vecinos (el movimiento asociativo en Alicante es muy fuerte e importante), trabajamos toda la jornada y al final de la conferencia se había llegado por consenso a la conclusión, que se plasmo en un acuerdo, de que era posible mejorar la “situación de inseguridad” y qué cosas iba a hacer cada uno de los participantes para lograr el cometido, pasando así de la omisión a la acción (Alonso y Conforti, 2016).
Dirigí aquel proceso de facilitación con la ayuda y colaboración del Prof. Dr. Javier Domínguez Alonso y del educador que había solicitado la intervención; y como queda visto nada impide que dependiendo del número de partes y complejidad del asunto, se incremente el número de facilitadores aunque evidentemente solo uno de ellos lleve la voz cantante.
A diferencia de una mediación multiparte, en los programas de conferencia subyacen otras cuestiones que tienen que ver con la asunción de responsabilidad con las omisiones de cada uno de los participantes.
Además hay que decir que es frecuente que en las conferencias se implique y participen familiares directos (padres, hermanos, etc.) y amigos cercanos tanto de la victima-ofendido como del victimario-agresor, en algunos casos (no en todos los que hubiera deseado) han participado algunos representantes de la comunidad que en ocasiones han sido de gran ayuda porque se han elaborado propuestas que atendían a la situación general y proponían líneas de actuación en el sentido de la prevención del delito.
He de decir que en la gran mayoría de los casos en los que intervine durante esos años se trataba de faltas o delitos menores, hurtos, insultos y amenazas, alquileres ilegales, venta de marihuana, robo de electricidad de la comunidad, etc. (Alonso y Conforti, 2016).
La conferencia tiene por finalidad confrontar al delincuente con las consecuencias del delito, abordarlas, discutir y establecer una forma de reparación y, en algunos casos (por lo general con menores de edad, acompañados por una medida de protección) determinar la necesidad y forma de una supervisión más estricta, sin olvidar como ya he dicho de explorar otras formas, tal vez, más adecuadas de prevención del comportamiento delictivo.
Estos procesos de conferencias son particularmente eficaces como medios de asegurar que el victimario cumpla o siga cumpliendo con lo acordado, toda vez que se involucran en ellos a personas que pueden ser importantes para los protagonistas y brindarles apoyo moral y material.
En los casos analizados con menores infractores, las conferencias siempre se hicieron con la participación de los educadores que tenían a cargo a los menores infractores y las medidas alternativas a las que ellos debían responder o cumplir. Nosotros interveníamos en raras ocasiones cuando algún educador nos solicitada ayuda porque algún padre o tutor había mostrado interés y preocupación por el menor, y siendo él (el educador) el responsable de la supervisión del cumplimiento de la medida alternativa la legitimación de nuestra actuación no entraba en discusión.
Javier Domínguez Alonso e Franco Conforti, (2016). Comunità, Conflitti e Mediazione. Editoriale Zona, Collana Mediazione Comunitaria, Lavagna, Italia.