Aparecer en medios sigue siendo una de las principales maneras de dar a conocer una empresa o marca y llegar a un amplio público. Las formas de aparecer en ellos son variadas, mediante una nota de prensa, una entrevista, publicidad… formatos en los que varía la capacidad de control de la información que tienen las empresas.
Una de las formas más orgánicas para una empresa es la atención de una petición de medios. Una buena oportunidad de aparecer gratuita y, normalmente, positiva en prensa, radio o televisión, pero que puede volverse en contra de los intereses de la marca si no toma la atención necesaria.
Ante una solicitud de entrevista en medios, ya sea para un reportaje colaborativo o un perfil, es importante que el portavoz de la empresa esté preparado para atender al periodista. Y, para ello, desde PROA ofrecemos una serie de recomendaciones a nuestros clientes durante la preparación y acompañamiento de la entrevista:
- Selecciona el portavoz adecuado: es la persona que va a representar a la marca, por lo que es importante no solo que conozca a la empresa y el tema a abordar, sino también que sepa desenvolverse, especialmente en la radio o televisión, donde la voz y la imagen ganan protagonismo.
- Mensajes claros: es importante saber qué se quiere transmitir desde la empresa, pero quizá más todavía aquellos temas en los que no conviene entrar. Los motivos pueden ser varios y todos válidos, pero es fundamental que la persona que atiende a un medio los conozca.
- Preparar una respuesta amable: precisamente, ante estas preguntas, es aconsejable tener prevista una contestación amable que la decline o desvíe hacia el asunto principal de la entrevista.
- Ofrece datos o ejemplos: a la hora de dar una respuesta, no pensemos solo en el periodista sino en el público final. Muchos temas pueden resultar técnicos para quien no está habituado a ellos, por eso es bueno adaptarse al target del medio (sea generalista o especializado). Una buena forma de hacer más comprensible un tema es aportar ejemplos o datos del día a día.
- Todo cuenta: no hay que olvidar que, durante una entrevista, todo lo que se diga puede aparecer publicado (salvo que explícitamente se llegue a un acuerdo con el periodista). Sin perder la naturalidad de la conversación, no hay que perder de vista que es una “reunión” de trabajo.
- Dedícale tiempo: no solo a la preparación, sino al tiempo propio de la entrevista. A veces, según quién sea el portavoz, puede ser difícil ajustar las agendas, pero cuanto más tiempo se pueda dedicar a la entrevista más fluida será la conversación y se podrán clarificar aquellos puntos más confusos. De una respuesta siempre puede salir otra pregunta.
¿Es grabada? Cada vez más, los móviles van sustituyendo los bolígrafos. Pensar en grabar la conversación puede generar recelos, pero es una forma también de que el periodista pueda prestar atención a la conversación, volver a un punto que no le haya quedado claro y que tenga en todo momento el tono de lo que se ha dicho.
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