Carpeta de justicia

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  • Lleno absoluto en el salón de actos del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales para conocer el Memento que sobre Técnica Normativa que, dirigido por el jurista y político Ignacio Astarloa ha recogido el trabajo de ocho juristas preocupados por la mejora de nuestra normativa. 
  • Todos los ponentes coincidieron en que la técnica legislativa ha empeorado notablemente y que necesitamos menos leyes, pero mejor hechas. “No podemos destruir las instituciones o las normas si no nos gustan, lo que hay que hacer es modificarles para que sigan funcionando”, comentó Ignacio Astarloa, en una de sus frases finales.

En este encuentro pudimos ver a abogados como Luis de Carlos, socio director de Uría Menéndez, o Cesar Albiñana, socio director de CMS Albiñana, o el propio Ramón Rodríguez, ahora socio del bufete que lleva su nombre, pero más de cincuenta años como magistrado. Desde la judicatura, Enrique López, magistrado de la Audiencia Nacional conversaba con Antonio Dorado, secretario general del Ministerio de Justicia y con Antonio del Moral, magistrado del Tribunal Supremo, junto a otras personalidades. En la mesa, junto a Astarloa, Santiago Muñoz Machado, Catedrático de Derecho Administrativo; Luis María Cazorla, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos: Juan Alfonso Santamaria, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense; José Manuel Romay Beccaria, presidente del Consejo de Estado, moderados por Benigno Pendás, director de la institución que albergaba el acto.

"La técnica normativa brilla por su ausencia"

La técnica normativa brilla por su ausencia en el carrusel de proyectos de ley o decretos leyes que se aprueban de forma continuada por nuestro Ejecutivo. Sobre esta cuestión y el Memento, obra monográfica que se presentaba ayer, con ideas para mejorar esta cuestión, reflexionaron los ilustres ponentes “La calidad técnica de las normas enlaza con la seguridad jurídica que emana de ellas y que es clave para el Estado de Derecho”, apuntaba Benigno Pendás, al hacer la introducción al debate. Luego señalaba que el exceso de leyes conduce a una ciudad sin ley “cuantas más leyes se aprueben, menos valen ellas”, recordó. En opinión de este jurista hay que seguir la tendencia de otros países donde se legisla mucho menos “Con esta obra, lo que se pretende es recuperar la habitual técnica normativa “los propios autores luchan por un mejor Derecho desde una razonable calidad de las normas jurídicas”, resaltó.

Por su parte, Luis María Cazorla, recordó su amistad con Astarloa que arrancó en aquel 1982, al que calificó de persona generosa y competente, también incidió en que el libro lo que hace desde el derecho comparado es ofrecer soluciones para mejorar esa técnica legislativa ahora muy deficiente, algo muy necesario para que las normas dejen de ser tan interpretativas y ofrezcan más seguridad jurídica “nunca se ha hecho peor que ahora”, sentenció. Y recordó cómo pese al trabajo del Consejo de Estado y de otros Consejos Consultivos en diferentes CCAA, están saliendo normas, disposiciones y reglamentos de escasa calidad. “Ha llegado el momento de volver a utilizar los procedimientos que ya se utilizaban en los años ochenta, que los letrados participen más en las ponencias, incluso crear la figura del ponente principal y secundario”, comentó

En su turno de palabra, Juan Alfonso Santamaría, antiguo Letrado de las Cortes, comentó como la evolución de la técnica normativa había evolucionado en los últimos años a peor:” Este libro analiza las trasformaciones que ha experimentado el trabajo del legislador, que ha convertido a muchas normas en entes complejos”, indicó. Desde su punto de vista es fundamental que la producción legislativa sea clara y homogénea “para lograr este cometido es fundamental que se racionalice el proceso previo a la ley y, que incluso, se haga una evaluación posterior del impacto de determinadas normas”, comentó. También recordó que la preocupación por unas normas más claras ya no era cosa de los lingüistas, “ahora es una pieza clave en cualquier Estado de Derecho y debe ofrecer la seguridad jurídica que todos demandamos”, resaltó.

Distorsión de la legislación

Para Santiago Muñoz Machado, la legislación parece que está distorsionada y en este contexto, esta publicación pretende ofrecer luz de cómo hacer las normas “Muchas leyes son oscuras, complejas y con falta de calidad. Frente a ello, parte de la solución está en el Derecho Comparado y ver qué se está haciendo sobre esta cuestión en países de la UE”, resaltó. Para el ponente otra gran dificultad tiene que ver con el ordenamiento nacional y el autonómico, también en marcha y que a veces confluyen o se contradicen “Gracias a este tipo de vademécum nos damos cuenta que el arte de legislar es algo delicado y sublime y que se debe abordar desde la reflexión”; comentó. Sobre el futuro de esta práctica, cree que pasa desde la tecnología que ayudará a ordenar las consultas que se hagan vía informática y donde la solidez y uniformidad de las leyes habrá que buscarlas.

Fue el propio José Manuel Romay Beccaria, responsable del organismo, quien explicó la labor del Consejo de Estado en materia de técnica normativa “siempre emitimos informes sobre el fondo y la forma de la norma”. Este interviniente aprovechó para glosar la figura de Astarloa, “intelectual inquieto antes de ser político, como decía Ortega”, apuntó. También recordó que fue Secretario de Estado de Seguridad y ahora presidente del Consejo Consultivo de la CAM desde donde se abordan la idoneidad de muchas normas. A su juicio, “la ley ha perdido su grandeza ante tanto exceso regulador. Este libro intenta buscar preguntas a nuestro desordenado ordenamiento”.

Como colofón del acto intervino el coordinador de la obra, Ignacio Astarloa, quien recordó el trabajo de los ocho autores que ha coordinado en esta obra. “Creo que es fundamental que se extienda la fe en cómo elaborar las normas de una manera correcta. Las cosas a nivel legislativo se hacen mal y hay que buscar la manera de mejorarlas”. Desde su punto de vista la labor del Consejo de Estado y Consejos Consultivos es buena en estos temas, pero podría ser mejor si se les tuviera en cuenta: “No hemos querido hacer un libro doctrinal y sí práctico en la medida de lo posible. Creo que ya ha llegado el momento de reformar el Reglamento del Congreso y Senado y el propio procedimiento legislativo que se emplea en la actualidad”, comentó. Y concluyó su exposición con un comentario que recogió de la revista Otrosi del ICAM donde se indica que una de las preocupaciones de los letrados es el poder contar un mejor derecho desde un nuevo ordenamiento más uniformado.




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