Estoy con mi ritual diario de apertura de notificaciones que los Jugados nos remiten por vía  telemática. Que si una del Social 3 de aquí, otra del 15 de allí y así... De pronto, mis ojos no dan crédito: Una notificación que parece procede de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya…Me restriego los ojos… Una, dos y así hasta una quinta vez y si, parece que es verdad: TSJ solo puede significar Tribunal Superior de Justicia. Me habían hablado de ello, pero nunca antes en la vida había podido experimentar la sensación: Por primera vez tras 38 años de ejercicio profesional, la augusta Sala se dirigía a mi insignificante persona por vía telemática… Increíble, pero cierto. Un escalofrío corría por mis venas. Una nunca antes experimentada emoción, me invadía desde la cabeza hasta los pies. Afloran de inmediato sentimientos contrapuestos: De una parte, la curiosidad por la novedad, de otra, cierta tristeza por pensar que ya nunca más veremos los acuses de recibo de color rosa de los certificados de correos. Una nota de color que desaparecerá definitivamente de nuestros despachos para ceder el paso a los archivos pdf del nuevo sistema. A partir de ahora las notificaciones entre la Sala y los profesionales circularán a tropecientos mil megabytes por segundo a través de la fibra óptica. La inmediatez sustituirá la bucólica entrega personal del certificado con el acuse de color rosa… Y lo peor, ya no veremos más a Manolo o Josefina, los carteros que llamaban a nuestra puerta para traernos aquellas sesudas Sentencias, Diligencias, Autos y Providencias.

La tecnología avanza inexorable e imparable… con un mogollón de años de retraso, pero avanza, que la justicia no entiende de tiempos y está por encima del bien y del mal. Nervioso, abro el archivo pdf y definitivamente esto es ya una realidad: Mi primera diligencia telemática procedente del Tribunal Superior se incorpora solemnemente al programa de gestión del despacho en su correspondiente expediente. Parece que definitivamente, la Sala ya se ha puesto al día en esta materia… Pero de pronto, me asalta una malévola curiosidad y entro en el aplicativo para ver, por primera vez también, el expediente digital abierto en el TSJ… y aquí se va todo directamente al carajo: En el supuesto expediente digital, no hay un solo documento, ni tan siquiera la Diligencia que me acaban de notificar. Decididamente, la capacidad de sorprender que tiene nuestra administración de justicia, no tiene límite.

Veremos cuantos años más tendremos que esperar.