Carpeta de justicia

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  • El Consejo General de la Abogacía organizó el 9 de mayo una jornada en la que, con el título de ‘Abogacía en Igualdad’, se analizaron los factores de la desigualdad en la sociedad, en la justicia y en la Abogacía, y se hicieron propuestas para avanzar en igualdad.

Durante la inauguración de la Jornada, la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, reivindicó “la igualdad en derechos de hombres y mujeres” porque a pesar de los avances en el ámbito legislativo, socialmente aún queda mucho por hacer, como demuestra la desigualdad salarial o la desigual asunción de responsabilidades en cuidados de menores y mayores.

Desde la Abogacía se ha creado un Grupo de Trabajo de género para impulsar la igualdad, según explicó Victoria Ortega, quien concluyó su intervención asegurando que solo acabando con la desigualdad, se pueda acabar con la violencia de género. En esta sentido, mostró su preocupación porque la justicia “no ofrezca seguridad a las mujeres que denuncian”.

La conferencia inaugural corrió a cargo de Miguel Lorente, médico forense y ex delegado del Gobierno para la Violencia de Género, quien reconoció que aunque el Derecho es un instrumento para conseguir la igualdad, lo importante es el compromiso social. También destacó que “el machismo es la expresión más grave de la desigualdad. El machismo es la propia desigualdad y una construcción interesada del poder”.

Lorente criticó que, en relación a la violencia de género se llegue a “deificar al agresor y envilecer a la víctima”. Finalizó su intervención pidiendo un Pacto de Estado contra el machismo porque “en definitiva, mata el machismo y el machista es el ejecutor”.

Construcción y expresión de la desigualdad

A continuación la mesa ‘Construcción y expresión de la desigualdad’ –moderada por la periodista de RNE Marta Pastor- analizó la desigualdad desde tres perspectivas: la ciencia, la sociología y el lenguaje.

Flora de Pablo, presidenta fundadora de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas (AMIT), señaló que las mujeres están infravaloradas y cuentan con menos apoyos que los hombres en el ámbito científico, y subrayó que si las mujeres participaran en la economía mundial en la misma medida que los hombres, el PIB subiría un 26%. Entre las causas para esta infrarrepresentación destacó la educación sexista estereotipada, la falta de modelos femeninos y mentoras, la difícil conciliación y las microdiscriminaciones sucesivas. También hizo referencia a la desigualdad en el ámbito universitario, y a los efectos que tiene para la salud de las mujeres que no se investigue con perspectiva de género.

Rosa Cobo, profesora titular de Sociología de Género de la Universidad de A Coruña, señaló que “la desigualdad de género probablemente está en la base de todas las demás desigualdades” y subrayó las dificultades existentes para que muchos adolescentes y jóvenes vean que en nuestra sociedad hay desigualdad de género. Además, explicó que para hablar de desigualdad debemos comprender la existencia de un patriarcado en la sociedad.

El periodista Álex Grijelmo centró su intervención en el lenguaje. En su opinión, “las palabras con las que se definen los conceptos son muy importantes” y se mostró contrario al uso del término “violencia de género” que considera “una mala traducción del inglés”. Añadió que “el problema del sexismo no se halla en el lenguaje, sino en el uso del lenguaje”. Su intervención suscitó un enriquecedor debate sobre el uso del lenguaje sexista.

Justicia en igualdad

La Justicia fue el asunto que se abordó en la siguiente mesa, moderada por María Peral, periodista de ‘El Español’. Comenzó José Fernando Lousada, magistrado del TSJ de Galicia y, en su día, integrante del grupo de expertos que redactó el documento base del anteproyecto de la Ley de Igualdad, que centró su ponencia en esta ley, de la que explicó que da conceptos jurídicos que pueden servir para “desmasculinizar” las leyes. A su juicio, “el mundo del derecho tiene un componente eminentemente masculino”. Añadió que para luchar contra la discriminación y la violencia no sólo se necesitan leyes, y apostó por la lucha contra la discriminación desde un planteamiento de transversalidad.

Octavio Salazar, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba, hizo un análisis crítico del “relativo fracaso” de las políticas de igualdad en España. Tras destacar el avance en igualdad que supuso la VIII Legislatura, con leyes como la de Igualdad o la de Matrimonio Igualitario, añadió que la crisis económica ha afectado negativamente al avance en igualdad, por los recortes que se han producido en política social, subrayando que “la mejor ley de Igualdad es la ley de presupuestos”. Entre las razones para la desigualdad mencionó la escasa formación en género o las deficiencias en cultura y educación.

Por último la fiscal Teresa Peramato analizó la política criminal desde la perspectiva de género. Comenzó haciendo referencia a las recomendaciones del CEDAW. Subrayó la importancia de diferenciar entre género y sexo, añadiendo que las políticas criminales deben tener una perspectiva de género. También destacó que “las mujeres sufren determinados actos de violencia por el hecho de ser mujeres”, incidiendo en que las mujeres y las niñas son quienes sufren mayoritariamente violencia en el ámbito familiar, violencia sexual y trata de seres humanos.

Abogacía en igualdad

La sesión de la tarde abordó la igualdad en la Abogacía, en una mesa moderada por el periodista de Telecinco Julio Muley. En primer intervino Francisco Camas, sociólogo de Metroscopia, que expresó su sensación de que “la igualdad ha dejado de estar en la agenda política”. Expuso algunos datos sobre la presencia de las mujeres en la Abogacía: aproximadamente la mitad de colegiadas son mujeres, una cifra que se eleva al 58% si se miran los datos de licenciados y graduados en Derecho y que desciende al 13% cuando se analiza la cifra de socios de cuota en los bufetes más importantes de España. En su opinión, estos datos demuestran que los avances son mínimos y que hay que seguir trabajando. Además, se muestra partidario de hablar de “corresponsabilidad” en los cuidados de los hijos en lugar de “conciliación”.

María Martín, presidenta de la Comisión de Igualdad del Colegio de Abogados de Oviedo, explicó la labor de la Comisión que preside en su Colegio de Abogados, que trabaja de forma transversal en clave de género para incorporar en el quehacer diario el análisis de género. A su juicio “es una labor ineludible de los colegios profesionales trabajar por la igualdad”, añadiendo que la Abogacía institucional tiene que trabajar para fomentar la perspectiva de género. Por último, apuntó que “la igualdad, como cualquier medida, tiene que tener un presupuesto”.

Idoia Pérez Araiz, abogada y miembro de la junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Gipúzkoa, destacó la necesidad de hacer más visible el talento femenino, empezando por el lenguaje, porque “sólo si nombramos las cosas sentimos que existen”. Criticó el uso sexista del lenguaje, tanto en las instituciones como en la normativa y señaló que “avanzar hacia la plena igualdad de género exige valentía” y pidió mayor implicación de las Juntas de Gobierno de los Colegios de Abogados y del toda la Abogacía institucional para lograrlo.

Para finalizar la jornada, la decana del Colegio de Abogados de Talavera de la Reina, Margarita Cerro, presentó un análisis –elaborado con Cristina Llop, consejera electiva y vicesecretaria general de Comunicación y Marketing del Consejo General de la Abogacía- sobre la presencia de las mujeres en las Juntas de Gobierno de los Colegios de Abogados, tanto en número como en los puestos que ocupan. Entre los datos más destacados señaló que, de los 83 Colegios de Abogados, en 13 hay paridad en las juntas de gobierno; en 10 hay más mujeres que hombres y en 60 más hombres que mujeres. Además, sólo hay 12 decanas, lo que representa un 14% del total.

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