Que la Ministra de Justicia se vaya de Feria no debería ser noticia, bueno sí, si es para promocionar la Feria, Sevilla o lanzar algún slogan de precampaña. Pero que se vaya de Feria en plena huelga de los Funcionarios de Justicia no ha servido más que para alimentar las calderas sindicalistas que ven como la Ministra pasa su tiempo entre “finos, pescaitos y marisquitos”.
Si con la primera y no me refiero a los pasos de las sevillanas, sino a la huelga de los Letrados de la Administración de Justicia, las consecuencias para la Justicia resultaron nefastas, retrasos, suspensiones, aplazamientos que se lidiaban cada día en los juzgados haciendo perder el tiempo de los abogados y desesperando a los justiciables que veían como el ejercicio de sus derechos se demoraban “sine die” cumpliendo aquella máxima de “Justicia tardía no es Justicia”.
El pulso que realizo el Ministerio con los LAJ no sólo sirvió para poco, sino todo lo contrario, para incentivar al resto de los colectivos que operan dando servicio a la Administración de Justicia.
Así, que mientras la Ministra comienza a bailar la segunda, la de los Funcionarios de la Administración de Justicia, con un buen tropezón digno de las risas y burlas del humor sevillano, comienzan a sonar las notas de la tercera.
No sé si la Ministra será ambidiestra pero danzar al son de dos músicas puede ser más que complicado y, aunque no es un aviso de los que se dan en términos taurinos, jueces y fiscales ya han anunciado su primera jornada de huelga para el 16 de mayo. No se si a trompicones o bailando a dos aguas, pero con los tiempos que manejo en la primera, va a tener que lidiar con dos huelgas al mismo tiempo. El bloqueo de la Administración de Justicia parece no ser solo un problema del ya existente en el CGPJ, sino que parece ser que con tanto sol la sombra va a ser alargada.
Parece no preocupar al Gobierno prácticamente nada esta situación, la Justicia no parece importar a nadie, y mucho menos los ciudadanos afectados que ven como sus expectativas caen al traste en lo que ya es, en su funcionamiento normal, una gestión cuasi deficiente de los tiempos y los plazos.
Los de la cuarta, algo runrunean. Si, me refiero a los abogados de oficio, esos profesionales sufridores que, con un coste hora que no llega en muchos casos ni a cubrir el salario mínimo profesional (cuestión que tampoco importa a los políticos, no son trabajadores…) y percibiendo sus retribuciones cuando esos mismos políticos deciden que toca, parecen despertar al ver al resto de los colectivos como van a conseguir sus reivindicaciones salariales tras dejar a la Justicia como los zorros. ¿Llegará también su hora de plantar cara? ¿bailaremos la cuarta? De momento el 27 de abril están convocados a las 12h ante el Congreso de los Diputados.
Que el justiciable no desespere. Porque parece que el justiciable no vota. ¿o si? Que se lo piensen.
