Mariam Vázquez, abogada sevillana, lleva esperando desde octubre de 2019 a que se resuelva un complemento de capacidad a dos hermanos gemelos, de 21 años, que nacieron con parálisis cerebral que tienen una discapacidad de más del 90%.
“El procedimiento está en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Lora del Río. Cuando eran pequeños, a la madre le retiraron la guarda y custodia y quedaron al cuidado de su abuela. Cuando ambos cumplieron 18 años, la anciana de 87 años contactó conmigo para que presentara una demanda de incapacidad y solicitara que la tutela de ellos, la curatela representativa, tenía que asumirla una fundación tutelar”, explica Vázquez.
El primer señalamiento se fijó para noviembre de 2020, pero se suspendió. Y lo mismo ocurrió en junio y octubre de 2021.
Uno de los casos recayó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Lora del Río y el otro en el nº 2. Ambos dictaron sentencia en octubre de 2021. Mientras que el primero dio la tutela de uno de los niños a la Fundación Hispalense de Tutela, la otra la otorgó a la Fundación Tutelar Tau. “Reclamé una vez más insistiendo en que interés del bien común de los menores, no podía mandarse a cada uno a un centro diferente”, recuerda.
El juez dictó entonces un auto modificando el fallo de la sentencia por un escrito que la designada para la curatela -la Fundación Hispalense de Tutela-presentó. “Al no haber resuelto y estar declarada la firmeza, la fundación no puede asumir legalmente el cargo, y debe asumirlo en el juzgado. Nadie tiene su curatela legalmente aceptada”, denuncia la letrada.
“No es hasta septiembre cuando el juzgado me comunica que quedan en la mesa de su señoría para resolver. Desde septiembre del año pasado, he preguntado hasta la saciedad, y he solicitado el impulso procesal, y estamos a marzo de 2023 y aun el juzgado no ha resuelto mi escrito ni hay fundación que haya asumido el cargo de tutor, pese a ser una causa preferente”, continua.
Vázquez confiesa que es la situación generalizada en los juzgados de Sevilla, “por desgracia de la justicia, y no de ahora, de hace años”. Y en los partidos judiciales el incremento del colapso es aún peor.
Por eso, la letrada añade que una de las soluciones pasa por invertir en justicia. “Se van poniendo parches, tras parches y el sistema judicial español no levanta cabeza desde hace años. Esto es un problema de falta de medios inversión y coordinación, pero también hace falta reformas y agilizar trámites”, apunta.
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