Madrid, 26 oct (EFE).- El pleno del Senado ha aprobado la reforma de la Ley del Juego que refuerza el control sobre la manipulación de competiciones deportivas y el fraude de apuestas, a través del Servicio de Investigación Global del Mercado de Apuestas (Sigma), y que amplia la protección de los jugadores en riesgo.
La reforma, que entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el BOE, ha salido adelante de forma definitiva con 146 votos a favor y 113 abstenciones, mientras que se han rechazado las 22 enmiendas que permanecían vivas y que se han debatido en el pleno de esta mañana.
En concreto, las diez del Grupo Parlamentario Democrático del Senado (GPD); dos del Grupo Mixto; una del Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal (GPIC); tres del Grupo Parlamentario Esquerra Republicana-Bildu (GPERB); una del Grupo Nacionalista (GPN) y cinco del Grupo Parlamentario Popular.
Entre las propuestas de los populares estaba la de aprobar un plan nacional de actuación en el sector del juego que fijara criterios homogéneos en relación a la prevención de los usuarios y la publicidad, y que garantizara la libertad de empresa en la economía de mercado.
Así lo ha planteado los populares Bienvenido de Arriba, al igual que Patricia Rodríguez, quienes han considerado un "despropósito legislativo del Gobierno" el que haya aprovechado esta reforma "más o menos consensuada" para "meter con calzador" enmiendas para modificar otra ley, la de consumidores y usuarios.
El debate ha servido a los populares para criticar al ministro de Consumo, Alberto Garzón, cuyo mayor valor ha sido, según De Arriba, "convertirse en el mayor promotor de polémicas, pero cuyo resultado ha sido la nula gestión de los interés y derechos de los consumidores".
"Entiendo que le tengan mucho enfado al Ministerio de Consumo -le ha replicado el socialista Alfonso Escudero- porque este ministro lleva tres años y medio aguantando una carga tremenda por parte del PP, pero les pido que no tenga nada que ver su predisposición antiministerio con el apoyo a esta reforma".
También se han rechazado las enmiendas de Esquerra Republicana-Bildu y las del grupo de Izquierda Confederal, que habían propuesto, entre otras cuestiones, subir el tipo de gravamen al sector del juego al 30 %. "Seguirá tributando menos, incluso, que los servicios funerarios o que una bicicleta u otros servicios", ha advertido Josep Rufà, quien ha ahondado en los índices de ludopatía.
Escudero cree que hoy 'no tocaba' esa cuestión, pero cuando se den las circunstancias para hablar de ese asuntos, el PSOE -ha dicho- estará "a la altura".
Tampoco se han incorporado las enmiendas del GPD, entre ellas las de Ciudadanos, que planteaba, entre otras medidas, que existiera una serie de controles de edad antes de que se empezarán a jugar y que se establecieran unos límites diarios de pérdidas para evitar que una persona que pueda entrar en una conducta impulsiva pueda arruinarse por no poder parar, según Miguel Sánchez López.
El grupo socialista ha agradecido las aportaciones que este grupo hizo en el Congreso, pero ha rechazado las enmiendas actuales al considerarlas reiterativas y que contradicen el espíritu de la ley del juego y ponen en peligro los acuerdos con las comunidades autónomas.
Los socialistas también han rechazado las presentadas por Vox, en una de las cuales, según Escudero, se pretende "impedir el acceso a la información de las policías autonómicas", que reconocen los Estatutos de Autonomía.
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