En España actualmente hay alrededor de 20 concursos televisivos cuyo premio final es una cuantía económica. Este tipo de formatos funcionan muy bien en el prime time de televisión, ya que registran datos de audiencia muy elevados al enganchar a los espectadores ante la posibilidad de ver cómo los concursantes se llevan la jugosa cuantía.
Sin embargo, en ocasiones no es oro todo lo que reluce y gran parte del premio se queda por el camino. El banco digital Self Bank analiza la evolución de la tributación de los premios televisivos desde que, en febrero de 1992, el Ministerio de Hacienda acordara retener el 25% de los premios en metálico entregados en televisión que excedieran las 100.000 pesetas.
En ese momento, las cadenas de televisión tuvieron que adaptarse a la normativa y ordenaron reducir sus premios en el mismo porcentaje que la retención de la Agencia Tributaria. Fue el caso de programas como el Un, dos, tres…¡responda otra vez! o El Precio Justo que, aunque este último lograse entrar en el Libro Guinness de los récords como el concurso español que había entregado el premio más elevado de la televisión (41 millones de pesetas), tuvo que reducir un 31,25% el coste de sus regalos materiales. Y detrás de ellos fueron el resto de los concursos televisivos.
Desde entonces los concursos han cambiado y la tributación también. Ahora, los ganadores de programas como Boom o Pasapalabra ven cómo la correspondiente cadena aplica una retención del 19%, según lo fijado por la Agencia Tributaria para los premios en metálico. “Esta retención se completa como un pago anticipado de lo que va a tener que pagar el año siguiente el ganador, pero no se debe confundir con el pago del correspondiente impuesto; este irá indicado en la categoría de incremento patrimonial y se determinará según las tablas del IRPF para la Renta General, siendo proporcional a la cuantía recibida”, explica Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank.
Un ejemplo es el caso del famoso concursante de “Pasapalabra”, Fran González, que el pasado 22 de enero ganó un premio de 1.542.000 euros tras completar correctamente las 25 palabras del rosco. Al concursante se le aplicó una retención del 19%, cerca de 293.000 euros, como pago anticipado a la declaración de la renta de 2019, donde tributará según las tablas del IRPF. Así, tras esta retención el concursante tendrá pendiente de pago 435.000 euros, con lo que sumará 728.000 euros y, por tanto, el concursante ganará libres de impuestos 814.000 euros.
Otro caso muy conocido es el de los “Lobos” de Boom, programa que presenta Juanra Bonet en Atresmedia. Actualmente acumulan un bote de más de tres millones de euros. El grupo sigue concursando para llevarse el bote final, valorado en 5.742.600 euros, que se repartiría entre los miembros del equipo. Asimismo, también se le aplicaría el 19% de retenciones y el IRPF del 45% al final del ejercicio anual.
Las cantidades que mueven los concursos de televisión son realmente impresionantes. El encargado de sustentarlos es la publicidad y su coste viene determinado según la audiencia. La victoria del concursante de Pasapalabra fue seguida por más de cuatro millones de espectadores con el 26,2% de ‘share’ (cuota de pantalla). Así, una inserción publicitaria en este programa de Telecinco iría desde los 17.500 euros por un spot de 20 segundos. Por su parte, Boom se ha posicionado como otra de las opciones preferidas por los telespectadores con cifras que se mueven en el 18,3% de cuota de pantalla y una media de 1.728.000 espectadores. En este caso, los costes publicitarios son algo menores, aunque rondan los 16.500 euros para los spots de 20 segundos.
“Normalmente, cuanta más audiencia tiene el programa más elevadas son las tarifas de los espacios publicitarios, sean en el formato que sean, y esto en buena parte cubriría parte del premio en metálico que reciben los concursantes. Teniendo en cuenta las cifras publicitarias que mueven estos formatos es fácil calcular lo que se embolsan diariamente y comprobar si cubren o no los premios económicos que reparten”, explican desde Self Bank.
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