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La contratación de servicios de investigación privada es una práctica que existe en muchos países. En el caso de España, está permitida dentro de un marco legal regulado por la Ley de Seguridad Privada.

Un investigador privado es un profesional especializado en la búsqueda y obtención de información para sus clientes. Sus servicios pueden ser solicitados tanto por particulares como por empresas. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen algunas limitaciones y restricciones en cuanto a las situaciones en las que se puede contratar a un detective privado como los de CTX Detectives.

¿Cuándo es legal contratar a un detective privado?

Existen situaciones específicas en las que recurrir a sus servicios es una práctica permitida por la ley. Estos son algunos de ellos:

1. Casos de infidelidad y divorcio

Muchas personas recurren a los servicios de un investigador privado para obtener pruebas concretas de una posible infidelidad de su cónyuge. Esto puede ser muy útil tanto para demostrar la «culpa» en el proceso de divorcio como para influir en otras decisiones legales derivadas de este. 

La infidelidad por sí sola no siempre se considera un motivo suficiente para el divorcio. Por ello, a veces se necesitan este tipo de evidencias para apoyar debidamente la demanda.

2. Investigaciones laborales

En el ámbito empresarial, las empresas pueden contratar a estos profesionales para hacer diversas investigaciones. Por ejemplo: posibles casos de competencia desleal, fugas de información, bajas laborales fraudulentas, duplicidad de empleo por parte de los trabajadores, entre otros. 

Estas investigaciones pueden ayudar a proteger los intereses de la empresa y tomar medidas legales en caso de irregularidades.

3. Localización de personas

Otro caso en el que es legal contratar a un investigador privado es para la localización de personas desaparecidas. Estos profesionales están capacitados para realizar investigaciones minuciosas que incluyen la revisión de registros como antecedentes penales, de seguridad social, bancarios, médicos y pasaportes. 

También pueden rastrear señales digitales a través de redes sociales, cuentas de correo, geolocalización y más. Asimismo, tienen la formación necesaria para realizar interrogatorios a familiares, amigos y conocidos para recopilar pistas.

4. Investigaciones privadas

En situaciones en las que se requiera la obtención de pruebas e información verificable para uso personal, también se puede contratar a un detective privado. Estos casos pueden incluir la verificación de conductas sospechosas de familiares, la vigilancia de menores en caso de custodias compartidas o la obtención de pruebas para casos de acoso.

¿Cuándo no es legal contratar a un detective privado?

Aunque contratar a un investigador privado es, por lo general, legal, existen ciertas situaciones en las que no se puede recurrir a sus servicios. Estas incluyen:

Violación de la privacidad

No se puede contratar a un detective para invadir la privacidad de otra persona sin su consentimiento o sin una causa legalmente justificada. Esto incluye la instalación de dispositivos de vigilancia en espacios privados, la interceptación de comunicaciones privadas o cualquier otra acción que vulnere los derechos fundamentales de una persona.

Espionaje industrial

El espionaje industrial, que implica obtener información confidencial o secretos comerciales de otras empresas de manera ilegal, está prohibido. No se puede contratar a un investigador privado para llevar a cabo este tipo de actividades ilícitas. Quienes son descubiertos realizando estas prácticas de obtención ilegal de información confidencial pueden enfrentar graves sanciones. 

Obtención de información ilícita

Contratar a un profesional de la investigación para obtener información confidencial o protegida por la ley, como registros médicos, datos bancarios o cualquier otro tipo de información sensible, es ilegal. Estos profesionales deben ceñirse a la legalidad y no pueden obtener información de manera ilegal o infringiendo la privacidad de las personas.

Consideraciones antes de contratar a un investigador privado

Si estás pensando en contratar este tipo de servicio, te recomendamos tener en cuenta lo siguiente: 

Verificar las credenciales

Antes de contratar los servicios de un investigador privado, es fundamental asegurarse de que cuente con las credenciales y permisos correspondientes exigidos por la ley. Además, es recomendable pedir referencias y revisar comentarios de clientes anteriores. 

La verificación de credenciales es clave para confiar el trabajo a un profesional calificado y evitar problemas legales o éticos. Un buen profesional debe estar dispuesto a demostrar su competencia y cumplimiento de los requisitos exigidos.

Asegurar el respeto a los derechos y seguridad

Estos profesionales están obligados a respetar los derechos y la seguridad de todas las partes involucradas en la investigación. Este respeto debe extenderse a la aplicación de los principios de proporcionalidad e idoneidad, garantizando que todas las acciones emprendidas sean proporcionadas y adecuadas al propósito de la investigación.

Formalizar el contrato

La contratación de los servicios de un detective privado requiere la suscripción de un contrato por escrito que deje constancia de los términos acordados. Por ejemplo: objeto de la investigación, duración, honorarios, obligaciones de cada parte y eventuales responsabilidades. 

El contrato deberá ajustarse a la normativa aplicable en materia de protección de datos y defensa del consumidor.

La contratación de un investigador privado es una opción legal y válida en diversos contextos, siempre que se realice con conciencia de las limitaciones éticas y legales. 

Este profesional, especializado en la búsqueda y obtención de información, despliega su labor en casos que van desde la esfera personal, como la infidelidad, hasta cuestiones empresariales como la competencia desleal.

No obstante, esta herramienta legal no está exenta de responsabilidades y restricciones. La importancia de respetar la privacidad, evitar prácticas ilícitas como el espionaje industrial y asegurar la obtención de información de manera ética son principios fundamentales. La verificación de credenciales y la formalización de contratos escritos son pasos esenciales para garantizar la transparencia y legalidad en estos servicios.

En última instancia, la contratación de un investigador privado es una herramienta valiosa, siempre y cuando se utilice de manera ética, respetando los derechos de todas las partes involucradas y en pleno cumplimiento de la normativa aplicable. La clave reside en la búsqueda de un equilibrio entre la obtención de información necesaria y el respeto a la integridad y privacidad de las personas.




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