Carpeta de justicia

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  • El encuentro contó con la presencia del embajador de Cuba en España, el presidente del Club de Exportadores Españoles y el director internacional de la Cámara de Comercio de España
  • José María Viñals, socio y director de Operaciones Internacionales de LUPICINIO, incidió en la “seguridad” que el ordenamiento jurídico cubano ofrece al inversor extranjero

La sede madrileña de la firma internacional de abogados LUPICINIO INTERNATIONAL LAW FIRM acogió el pasado jueves el encuentro ‘Diálogo jurídico y de los negocios en Cuba’ con la participación del Club de Exportadores e Inversores Españoles y la Cámara de Comercio de España.

La jornada reunió a más de un centenar de empresas e inversores nacionales e internacionales interesados en las oportunidades de inversión extranjera en la República de Cuba, especialmente tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. En el encuentro participaron como ponentes Eugenio Martínez Enríquez, embajador de Cuba en España; Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles; Alfredo Bonet, director internacional de la Cámara de Comercio de España; y José María Viñals Camallonga, socio y director de Operaciones Internacionales de LUPICINIO INTERNATIONAL LAW FIRM.

Martínez Enríquez aseguró que el proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos resulta ya “irreversible”, y aunque a ojos del inversor extranjero pudiera parecer que se está desarrollando de forma un tanto lenta, pidió a los inversores internacionales “paciencia” con Cuba. El embajador cifró en 2.500 millones de dólares anuales las necesidades de inversión extranjera en el país en sectores como el energético, alimentario, turístico-inmobiliario, infraestructuras, transporte, reciclaje, rehabilitación del medio ambiente, empaquetado y embotellado, y agrícola-forestal. Como ejemplo, señaló las oportunidades de inversión extranjera en energías renovables en un país que en la actualidad únicamente aporta un 4 % de sus necesidades energéticas. El objetivo, recordó el embajador, “es llegar al 30 % en 2030” e invitó a los inversores y empresarios presentes a que consulten la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera que anualmente publica el Ministerio de Comercio Exterior en donde se recogen las oportunidades de negocio priorizadas por el Gobierno de Cuba. 

Martínez Enríquez recordó que las inversiones extranjeras son una “necesidad” para el Estado cubano y están garantizadas y amparadas por un ordenamiento jurídico “sólido y transparente” y por un país que goza de “estabilidad política, social y jurídica”.      

Seguridad jurídica

Por su parte, José María Viñals, de LUPICINIO, explicó las características del régimen económico socialista y su sistema de economía planificada, en donde los medios de producción son propiedad del pueblo cubano y administrados, en su nombre, por el Gobierno de la Nación. Añadió que aunque el papel preponderante en la economía cubana lo ostenta la empresa estatal socialista, las leyes cubanas contemplan la inversión extranjera como “otras formas de propiedad” y están garantizadas ampliamente por su ordenamiento jurídico. En este sentido y entre otras medidas, las leyes cubanas garantizan la expatriación de dividendos de los inversores extranjeros y la protección contra los efectos extraterritoriales que pudiera tener el embargo económico que pesa sobre la Isla por parte de Estados Unidos. Añadió además que Cuba está abierta a la inversión extranjera en prácticamente cualquier sector empresarial e industrial ofreciendo un sistema impositivo “amable” y una Zona Especial de Desarrollo –ZED de Mariel, a 40 kilómetros al oeste de La Habana-, en la que concurren empresas nacionales y extranjeras –en donde ya existen empresas españolas afincadas-, en un entorno de simplificación y bajo costo de los trámites administrativos y aduaneros.

Recordó Viñals que la ZED de Mariel se diferencia de las antiguas zonas francas de carácter comercial y no productivo, “en tanto tiene como objetivo el desarrollo de proyectos de alta tecnología que contribuyan a incrementar las fuentes de empleo, las exportaciones y la sustitución de importaciones”. Continuó Viñals asegurando que la ZED de Mariel tiene como objetivo “atraer capitales extranjeros apoyados en la provisión de una infraestructura y logística competitiva y en un régimen especial que afecta esencialmente al tratamiento aduanero, a la legislación laboral y tributaria, al régimen de control migratorio, a los seguros y al sistema monetario y cambiario”.

Al igual que Martínez Enríquez, Viñals Camallonga incidió en la seguridad jurídica de Cuba como destino de inversiones extranjeras y en este sentido, recordó que Cuba es firmante de la Convención de Nueva York sobre el Reconocimiento y la Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras, así como de 62 acuerdos bilaterales para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI) y de múltiples convenios de doble imposición y evasión fiscal. Igualmente, señaló que Cuba tiene una trayectoria “impecable” en el cumplimiento de laudos arbitrales internacionales.

Ya por último, Viñals expuso los retos con los que se enfrenta la economía cubana frente al sistema económico globalizado. Así, consideró necesaria la “inminente integración de Cuba en el mercado económico internacional”. Medida que irremediablemente “debe pasar por el previo levantamiento de las sanciones económicas y financieras a que está sometido Cuba por parte de Estados Unidos”.

Seguro de crédito CESCE

Por su parte, Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, recordó que la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación –CESCE- ofrece desde octubre del 2014 cobertura de seguro a las exportaciones españolas en sus ventas a Cuba, lo que a juicio de Prieto resulta “de capital importancia” para la tranquilidad del inversor español en sus operaciones con la Isla. 

Colaboración “al máximo” de la Cámara

Por último, Alfredo Bonet, director internacional de la Cámara de Comercio de España, destacó la larga trayectoria de relaciones de la institución que representa con Cuba y las magníficas relaciones comerciales que unen a ambas naciones, siendo nuestro país uno de los principales socios económicos de Cuba. Bonet afirmó que Cuba ofrece un magnífico marco de oportunidades de inversión para las empresas españolas, especialmente después del reciente acuerdo de condonación de deuda y la reanudación de la cobertura de operaciones de seguro de crédito a las exportaciones. En este sentido y en nombre de la Cámara de Comercio de España, Bonet se comprometió a colaborar “al máximo” tanto con los empresarios españoles como con la Cámara de Comercio de la República de Cuba en la captación de inversiones que beneficien mutuamente a España y Cuba.  




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