- La fibromialgia es una enfermedad crónica que produce gran sensación dolorosa en las zonas musculares, de un origen no conocido, le acompañan a ésta patología los síntomas: dolor crónico, dolor generalizado, falta de sueño, artritis reumatoide, entre otros muchos síntomas que produce la fibromialgia.
Esta enfermedad es actualmente una de las enfermedades que causa más dolor a la gente que lo sufre, teniendo como principal consecuencia el dolor crónico y generalizado que afecta tanto a los miembros superiores como inferiores del cuerpo. A nivel físico se presentan síntomas como la fatiga, hipersensibilidad, dolor y rigidez en las articulaciones, a nivel psicológico, derivado de la incapacidad motora y la pérdida progresiva de calidad de vida, los pacientes suelen presentar depresión, ansiedad, pérdida de memoria y trastornos del sueño.
La fibromialgia no sólo incide de forma diferente según las personas, sino que también varía la repercusión funcional en la misma persona de un día a otro, e incluso en función de las horas del día, pudiendo provocar desde la más absoluta de las incapacidades hasta una repercusión funcional atenuada con tratamiento farmacológico.
Fibromialgia e incapacidad permanente
“Las consecuencias de la fibromialgia llegan a repercutir laboralmente, provocando incapacidad en los trabajadores, aunque el reconocimiento de dicha incapacidad ante la evidencia de éste singular padecimiento resulta difícil y compleja, pero no imposible”, subrayan los profesionales del Centro Médico Jurídico Tribunal Médico quiénes consiguieron, en el año 1996, la primera sentencia por fibromialgia en toda España sentando jurisprudencia relevante para las consecuentes sentencias.
C.M.R es otra paciente a quién Tribunal Médico recientemente le ha representado consiguiendo una resolución favorable de incapacidad permanente absoluta.
En Marzo del año 2019 la demandante presentó ante el Juzgado Decano una demanda contra el INSS solicitando que se dictase una sentencia en la que se declarase a la demandante en situación de incapacidad permanente absoluta o subsidiariamente, en situación de incapacidad permanente total derivada de enfermedad común para su profesión de ayudante de cocina. Incapacidad que había solicitado en el año 2018 y que tuvo por respuesta la negativa del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
C.M.R, de 59 años de edad, presenta el siguiente diagnóstico: fibromialgia; depresión mayor con crisis de ansiedad e ideas autolíticas; desde el 2016 presenta recaídas constantes; osteoporosis sin fracturas patológicas, lumbalgia crónica por síndrome facetario L4-S1; espondilo artrosis y osteoartrosis en articulaciones hipofisarias de predominio L3-S1 y discopatía degenerativa avanzada a nivel L5-S1, entre otras patologías.
El Centro Médico Jurídico Tribunal Médico le recuerda al juez que la demandante presenta unas dolencias de carácter crónico, que no tienen buen pronóstico de evolución, cuya limitación en sus funcionalidades afectan a su capacidad de realizar esfuerzos físicos, a su capacidad resolutiva o cognitiva, y al manejo del estrés, entendiendo que todas sus limitaciones funcionales afectan a su posibilidad de realizar cualquier tipo de trabajo de manera eficaz, rentable, útil y satisfactoriamente o sin riesgo para su propia salud.
El juez estimó íntegramente la demanda declarando a la paciente en situación de incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo, condenando al Instituto Nacional de la Seguridad Social a que pague una pensión vitalicia equivalente al 100% de la base reguladora en 14 pagas anuales, con efectos jurídicos desde el día que cesó la situación de incapacidad temporal en el año 2018.