Carpeta de justicia

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El Colegio de Abogados de Oviedo celebró el pasado 2 de junio un acto de apoyo a la abogada iraní Nasrin Sotoudeh, encarcelada en su país por su activismo en defensa de los Derechos Humanos. Tras un acto reivindicativo llevado a cabo por Amnistía Internacional en las puertas del Colegio, para llamar la atención sobre su caso, se proyectó el documental “Nasrin” en el Salón de Actos de la entidad colegial.

La proyección, la primera que se realiza en nuestro país fuera de los circuitos cinematográficos, completó el aforo previsto –restringido por las medidas sanitarias- y estuvo presentada por Ernesto Tuñón, presidente de la Comisión Sociocultural del ICA Oviedo, y Cristina López, activista de Amnistía Internacional Asturias.

Tuñón reivindicó una profesión que “no puede ser silenciada” y parafraseó a Nasrin al asegurar que “todos los avances sociales siempre han costado un alto precio”, pero a pesar de las dificultades, “llegaremos a la meta”. Por su parte, Cristina López explicó las campañas que desde Amnistía Internacional se están llevando a cabo para conseguir la excarcelación de Nasrin, e hizo un llamamiento a la sociedad civil para luchar por los Derechos Humanos, sin importar el lugar del mundo donde no se estén respetando porque “aunque no sea en nuestro entorno, no nos debe resultar ajeno”.

El documental se grabó a lo largo de cuatro años de forma secreta, durante los cuales los implicados en su producción y la familia de Nasrin corrieron un gran riesgo. La cinta, de 90 minutos de duración, incluye imágenes inéditas y explica su comprometida labor como abogada, su lucha en favor de las mujeres, los Derechos Humanos, la democracia y la justicia, así como su lado más personal, con sus más allegados e incluso su vida en la prisión.

Nasrin Sotoudeh, reconocida con el I Premio Igualdad de la Abogacía Internacional del Consejo General de la Abogacía Española en 2021 y el Premio Derechos Humanos en 2010, fue condenada en 2018 a 33 años de cárcel y 148 latigazos en Irán, acusada de espionaje, propaganda subversiva e insultos al líder iraní. Amnistía Internacional, junto con otras organizaciones, se está movilizando desde su condena, para pedir su liberación y para que en ningún momento reciba los 148 latigazos que incluye la sentencia.




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