La Audiencia de Las Palmas ha condenado a 12 años de cárcel al ciudadano rumano G.D.O., de 33 años y con antecedentes por robo con fuerza y maltrato familiar, como autor de un delito de homicidio. Se trata del individuo que fue juzgado por un jurado en la semana del 12 al 16 de marzo pasados, y que fue declarado culpable de haber acabado con la vida de un compatriota suyo a puñetazos.
De acuerdo con el veredicto del tribunal popular y dándole forma jurídica, la magistrada presidenta de la Sección Segunda de la Audiencia, Pilar Parejo, declara probado que en la madrugada del 22 de julio de 2016, pocos días después de salar del Centro de Internamiento de Extranjeros de esta capital, el procesado vio a su exmujer en compañía de su amigo y compatriota F.B., y por razones “no del todo aclaradas, pero en íntima conexión con la creencia por parte del acusado de que entre su expareja y el citado F.B. pudiera haber existido en los últimos tiempos una relación de índole sexual, se produjo una violencia discusión entre ambos varones”.
En el curso de ésta, sigue el fallo, el acusado golpeó con fuerza el rostro de F.B., cayendo este al suelo e impactando su cabeza en la calzada, donde quedó tendido. el acusado aprovechó para colocarse sobre su víctima “y con la finalidad de acabar con su vida, le golpeó con los puños repetida y severamente la zona de la cabeza”. Sólo cesó el ataque cuando su ex se interpuso entre ambos.
La víctima fue hospitalizada y permaneció casi dos meses en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte, hasta que falleció el 26 de septiembre siguiente.
Además de la condena penal, la resolución impone al acusado la obligación de indemnizar a los familiares de la víctima con cantidades que suman 330.000 euros, si bien declara la insolvencia provisional del acusado.
La resolución es susceptible de recurso de apelación ante el Tribunal Superior, y contra esta sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
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