El uso de hidrocarburos se ha convertido en una de las grandes necesidades de las sociedades modernas. Cada hogar, vehículo e industria en el mundo consume hidrocarburos con diferentes propósitos. Sin embargo, en la mayoría de los casos siempre es para generar energía. Esta situación ha provocado que las infraestructuras que almacenan hidrocarburos sean cada vez más grandes y complejas.

En España han surgido empresas, como Grupo Hafesa, que se especializan en la comercialización, almacenamiento y logística de hidrocarburos. Estas empresas ofrecen servicios para que cualquier operación o gestión con este tipo de productos sea segura y rentable. Para ellas los protocolos de seguridad son esenciales. Los hidrocarburos son volátiles y un mal procedimiento con algún producto podría dar lugar a incidentes que terminaran en una tragedia.

En pocas palabras, la seguridad es indispensable y, en este campo, el entonces Ministerio de Economía, Industria y Competitividad publicó en 2017 el Real Decreto 706/2017, de 7 de julio. Su objetivo es establecer las medidas básicas de seguridad para instalaciones de hidrocarburos, especialmente aquellas desatendidas. Por ejemplo, en una estación de servicios, donde los ciudadanos hacen uso del autoservicio para el servicio de repostaje de sus vehículos.

La seguridad en las plantas de almacenamiento de combustibles

En términos de seguridad, los sistemas contra incendios son los que ocupan un lugar destacado en todas las legislaciones europeas. En las plantas de almacenamiento de combustibles, como medida preventiva, se debe contar con sistemas de alarma capaces de detectar fuegos, cambios de temperatura, humos y fugas de gases en los diferentes ambientes. De igual forma, los sistemas contra incendios deben disponer de extintores de polvo químico, adecuados a la magnitud del área que cubren y al nivel de peligro del sitio donde se utilizan. Las empresas que ofrecen servicios de logística y almacenamiento de combustibles tienen que contar con métodos de supervisión 24/7, en los cuales se combinen elementos software y hardware de alta calidad, así como con un equipo humano capacitado para hacer frente a cualquier tipo de emergencia.

Prevención, la clave de empresas responsables

Los protocolos de seguridad son normas que buscan evitar cualquier tipo de incidencia que pueda afectar a los trabajadores o generar pérdidas a las empresas implicadas. En este sentido, todas las acciones deben respetarse y realizarse de forma preventiva, incluso en la etapa de construcción de las plantas de almacenamiento. En el Capítulo VII del Real Decreto 706/2017 se habla de las instalaciones físicas y de las estrictas medidas de seguridad que deben cumplir. Por ejemplo, las tuberías no pueden estar muy cerca de elementos cortantes o pesados, capaces de generar daños en los conductos que transportan los hidrocarburos.

Esta norma también establece que cuando se almacenan productos de clase B (hidrocarburos cuyo punto de inflamación es inferior a 55ºC y no están comprendidos en la clase A: gasolinas, naftas, petróleo, etc.), los tanques de almacenamiento deben ser subterráneos. De igual forma, cuando en una planta de almacenamiento se alojan productos de dos o más clases, y entre ellos se encuentra uno de clase B, todos los tanques de almacenamiento deben ser subterráneos.

Hay que tener en cuenta también la norma UNE-EN 13121-4 y los comunicados UNE 53993 IN, UNE 109500 IN y UNE 109501 IN para la instalación de tanques sobre la superficie. Dichos documentos establecen que los tanques deben ser resistentes a distintos tipos de impactos o a colisiones accidentales. En consonancia con el tipo de producto, se pueden exigir tanques de doble pared o bandejas de recogida del producto alrededor del tanque.

Teniendo en cuenta todos estos protocolos para el almacenamiento y la logística de hidrocarburos, es importante para los usuarios acudir a los servicios de empresas responsables y con una amplia trayectoria en el manejo y comercialización de combustibles. Grupo Hafesa es una compañía con ese perfil y que considera al almacenamiento como un activo estratégico. Por ello, apuesta por la modernización y digitalización de su red de plantas, el control de su seguridad e impacto medioambiental y la preparación de los profesionales encargados de la operación y gestión.