Caos suena a sentencia de muerte para un despacho individual. Suena a confusión, distracción y desorden. Desafortunadamente el caos es el estado natural en muchos despachos individuales. El motivo es simple de entender. El ejercicio del derecho supone gestionar múltiples elementos móviles, dinámicos e interdependientes.
Tomemos un simple ejemplo de la práctica diaria: un accidente de circulación. Las personas involucradas incluyen a tu cliente, digamos el demandante y parte herida o perjudicada, y al demandado, el responsable del accidente. Además, están los proveedores de servicios relacionados con la salud de tu cliente y la aseguradora del demandado. Hasta en el caso más sencillo de daños personales hay involucradas varias personas. Si al final se va a juicio intervienen los abogados de las partes. Incluso cualquier documento que deba enviarse o aportarse está sujeto a plazos una vez comienza el pleito.
Visto este simple ejemplo multipliquémoslo por los 10, 20 o 30 casos que puedas estar llevando.
¿Cómo gestionar este caos? Poniendo orden
Veamos algunos trucos que pueden ayudar a gestionar este caos.
1.- Correo electrónico
Decenas de correos electrónicos llegan cada hora. Inundando la bandeja de entrada con peticiones, denegaciones, información, preguntas, respuestas y actualizaciones. La más mínima mirada superficial a nuestra bandeja de entrada hace que nos inquietemos.
Estas son algunas pautas que nos pueden ayudar a poner algo de orden.
- Cancela la suscripción de correos electrónicos no esenciales: pe. notificaciones de redes sociales, promociones de empresas y tiendas, avisos de eventos, ventas por internet, etc.
- Chequea el correo electrónico una serie de veces prefijadas a lo largo del día: empezando cuando llegas al despacho. Nunca nada más despertarte y encender el teléfono.
- Cuando chequees la bandeja de entrada, intenta localizar correos electrónicos sobre temas importantes o sujetos a plazos para gestionarlos primero: guarda los restantes en la carpeta correspondiente a cada caso o cliente.
- Después de dejar la bandeja de entrada a cero cierra (o minimiza) el programa y ponte a realizar otras tareas hasta que toque el siguiente turno de revisión de correo.
- Respecto al número de veces que puedes marcarte para revisar el correo electrónico dependerá mucho de cada caso, pero un buen rango puede estar entre 4 y 7 veces al día.
2.- Papel
Las oficinas y despachos que funcionan con un modelo sin papel consiguen mantener mucho mejor el orden. Evitan tener que rebuscar entre enormes pilas de papel para encontrar un documento. Pueden encontrarlo en segundos realizando una búsqueda en el ordenador.
Esto es lo que podemos hacer cuando un papel entra por la puerta del despacho:
- Cuando abrimos la correspondencia en papel podemos, cada día, escanear los documentos importantes para guardarlos en el ordenador.
- Asegúrate de poner fecha en el archivo de cada documento escaneado y guárdalo en la carpeta del cliente o caso correspondiente.
- Todos los documentos en papel escaneados hazlos pedacitos y tíralos al cubo de reciclado de papel.
3.- Archivos de clientes
Cada cliente debe tener su propia carpeta o archivo. Esas carpetas puedes guardarlas en tu ordenador personal, recuerda realizar copias de seguridad, o en la nube en servicios tipo Dropbox que los encripte teniendo en cuenta respetar toda la normativa sobre protección de datos personales.
Organiza las carpetas/archivos de todos tus clientes de la misma manera. Incluye en cada carpeta de cada cliente un documento maestro (en word o excel) llamado notas, historial o como mejor te parezca recogiendo una pequeña descripción, con fecha, de cada conversión, acción, facturas, etc. que hayas realizado para ese cliente/caso. Cuando abras el documento podrás rápidamente ponerte al día y saber qué está hecho y qué queda pendiente y cuáles son sus fechas. Sobre todo, lo más importante es saber rápidamente cuáles son los siguientes pasos. Por ejemplo, cuando guardes un correo electrónico en la carpeta de un cliente anota en el documento maestro que tienes pendiente leer ese correo. De esta manera cuando leas el documento maestro sabrás en pocos segundos que tienes pendiente leer ese correo además de otras acciones que hayas incluido en la lista.
4.- Estado de los casos
Todos los domingos, por ejemplo, puedes revisar los casos que tengas abiertos leyendo el documento maestro de cada cliente. De esa manera sabrás qué tareas tienes que realizar en la semana entrante. De paso recordarás y revisarás el estatus de cada caso. En ese momento podrás planificar la agenda de la semana poniendo foco en hacer las tareas más importantes identificadas en la revisión del estatus de cada caso. Bien sea una comparecencia en un juicio, la presentación de un documento, redactar un contrato o investigar sobre un tema.
Por supuesto que el proceso de trabajo descrito mediante estos consejos es imperfecto y que no siempre es fácil de cumplir y seguir. Pero te aseguro que si lo intentas seguir pondrás un mínimo de orden suficiente respecto a la caótica forma de llevar el trabajo que puedes estar siguiendo ahora.