Laura Rodríguez Blanco

Barcelona, 10 dic (EFE).- Nacho Abad, periodista de sucesos, se adentra en su primer libro de no ficción en las profundidades del llamado 'triple crimen de Burgos', un caso que lleva más de 18 años sin resolverse y que cree que pudo ser obra de un asesino en serie.

"El superviviente" (Alrevés, 2022) es el resultado del esfuerzo de Abad por recoger y estructurar la información que con el tiempo quedó desligada sobre el violento asesinato de tres de los cuatro miembros de la familia Barrio -padre, madre e hijo menor-, a los que encontraron apuñalados en su domicilio de Burgos en junio de 2004.

El hijo mayor de la familia Barrio, el único superviviente, fue el principal sospechoso de las investigaciones durante muchos años, a pesar de que cuando se cometió el crimen tenía 16 años y se encontraba a 80 kilómetros de Burgos, en el internado donde estudiaba.

Sin embargo, años después se reabrió el caso y las sospechas pasaron a centrarse en Ángel Ruiz, un hombre que actualmente está en prisión por asesinar a una vecina de La Parte de Bureba (Burgos) que resulta ser también el pueblo de la familia Barrio.

Abad cree que Ruiz es el claro sospechoso del triple asesinato y en el libro establece conexiones con el crimen que ocurrió en La Parte de Bureba 7 años después, apuntando a la posibilidad de que se trate de un asesino en serie, dado que en su opinión reúne algunos rasgos que caracterizan a ese tipo de psicópatas.

Ruiz, investigado como principal sospechoso del triple crimen, cumple actualmente condena por el asesinato de una anciana y es conocido por su "carácter violento", dado que entre otras cosas pegaba habitualmente a sus padres, según Abad.

El periodista apunta a otro dato que acrecienta las sospechas sobre el imputado: fue condenado por un delito contra los sentimientos religiosos por hacer unas pintadas ofensivas en el cementerio después de que enterraran a los tres asesinados en Burgos.

Durante las casi 240 páginas del libro, Abad realiza un recorrido a través de las pruebas, testimonios y personajes de la investigación con el objetivo de sumergir al lector en la totalidad de la investigación y permitir que este saque sus propias conclusiones.

La larga trayectoria del periodista manchego cubriendo sucesos le ha permitido tener una amplia perspectiva del caso, que eligió de entre otros para su libro porque "lo había investigado en profundidad a lo largo de todos estos años". Además, señala que el hecho de que se trate de un caso sin resolver también fue determinante para su elección.

"Me atrae muchísimo contar historias sin resolver porque creo que generan un mar de dudas y de posibles hipótesis entre los lectores", revela a EFE en una entrevista.

"Creo que la labor del periodista también es denunciar lo que no funciona y en este caso ha habido cosas que no han funcionado", explica respecto al rol que ha de tener un periodista a la hora de tratar con casos sin resolver. Por ello, Abad declara que su manera de trabajar se centra en "narrar los acontecimientos y que se vayan sacando conclusiones".

Y es esto precisamente el mayor reto al que se enfrenta como escritor. "Escribir un libro como este es complejo por la infinidad de testimonios y material que requiere", reconoce, "además hay veces en las que no es tan importante saber todo lo que ocurrió como saber estructurar bien la información para que el lector lo entienda".

"Es como tener un montón de piezas que tienes que colocar", explica, "si cambias las cosas de lugar no tiene ningún sentido".

Nacho Abad también reconoce que su formación como criminólogo ha sido "esencial" para trabajar en este ámbito periodístico y defiende que "es muy importante especializarse". "Hay asignaturas a las que encuentro aplicación todos los días, como por ejemplo la medicina forense. Todo crimen comienza por una autopsia", declara.

En el libro también se pueden encontrar muchas reflexiones personales del escritor sobre la propia condición humana o los motivos que llevan a una personas a matar. "Me cuesta mucho alejarme de ellas", confiesa, "son conocimientos que he adquirido con otros casos y que se pueden aplicar a este".

Al preguntarle por el mayor aprendizaje que ha adquirido durante su carrera, Nacho Abad responde que "desgraciadamente, el periodismo de sucesos te enseña a ser más prudente y más precavido de lo normal en tu vida diaria". "La maldad existe", afirma, "y está presente en nuestras vidas de forma permanente, incluso nos puede afectar de forma aleatoria".