En los días ventosos concurren varias circunstancias que pueden provocar unas cuantas caídas en nuestras calles: el otoño, el viento, las hojas y la lluvia pueden convertir las calles en superficies muy resbaladizas. Por muy eficaces que sean los servicios públicos de limpieza no pueden mantener las calles libres de hojas todo el tiempo.
Mucho cuidado con las hojas caídas al caminar. Aunque a veces parezcan secas hay que evitar pisar las hojas pues pueden estar húmedas y producirnos un patinazo.
Una buena medida preventiva es evitar las zonas con hojas y cuando tengamos que atravesar una zona que esté llena de hojas en el suelo y no sea posible evitarla: andar despacio y con cuidado.
Más vale prevenir que lamentar.
No hay comentarios.