El proyecto tiene como objetivo la reinserción social para evitar que quien salga de prisión entre de nuevo en un círculo de marginalidad del que le resulte imposible escapar. Para conseguirlo se trabaja sobre tres ejes: asesoramiento jurídico en el país donde los ciudadanos españoles son detenidos para asegurar su acceso a una defensa de calidad e informarles de que pueden ser trasladados a nuestro país para terminar de cumplir sus condenas; participación voluntaria en el programa “Restauravidas: Reintegración en el País de Origen” una vez en España y sensibilización sobre los riesgos del tráfico de pequeñas cantidades de drogas.
Durante 2021 la cifra total de presos y presas trasladadas desde el extranjero a España fue de 32 personas. “Restauravidas” se reanudó de forma presencial en octubre de 2021 tras levantarse las restricciones de la pandemia y atendió a 9 personas. Desde el inicio del programa, en 2019, se ha atendido a 33 reclusos y reclusas provenientes de prisiones extranjeras.
En cuanto a las labores de sensibilización, el año pasado se puso en marcha una campaña sobre los peligros de traficar con drogas en diferentes medios y canales digitales, se distribuyó el documental “Mula” en numerosos festivales de cine nacionales e internacionales y se realizaron dos jornadas en la prisión de Madrid V y en la Universidad Francisco de Vitoria.
Actualmente hay 785 españoles presos en el extranjero, de los cuales 689 son hombres y 96 mujeres -que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad y con mayor reproche social. El 55,92% de estos presos ha cometido un delito relacionado con el tráfico de estupefacientes, en la mayoría de los casos transportándola como “mula”.
Los países que cuentan con el mayor número de españolas y españoles presos dentro de la Unión Europea son Francia (137), Alemania (107), Portugal (46) e Italia (35). Fuera de las fronteras europeas Marruecos con 82 y Perú con 24 ocupan los dos primeros puestos, seguido de Estados Unidos con 30.
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