Carpeta de justicia

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La aprobación unánime en Francia del proyecto de ley dirigido a regular mejor la influencia comercial y combatir los abusos de personas influyentes en las redes sociales ha generado gran satisfacción entre las autoridades francesas. Bruno Le Maire, Ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital, Olivia Grégoire, Ministra Delegada para las Pequeñas y Medianas Empresas, Comercio, Artesanía y Turismo, y Jean-Noël Barrot, Ministro Delegado para la Transición Digital y las Telecomunicaciones, han recibido con agrado esta importante medida. Con esta norma, Francia se convierte en el primer país europeo y uno de los primeros a nivel mundial en proponer un marco regulatorio completo para el sector del marketing ejercido por influencers.

El proyecto de ley es el resultado de un arduo trabajo llevado a cabo en Bercy en colaboración con el sector involucrado, y posteriormente con el Parlamento. La participación de cerca de 19.000 ciudadanos y 400 profesionales en el proceso de desarrollo del proyecto ha brindado un respaldo significativo. El texto ha sido votado en tiempo récord, cumpliendo con los plazos establecidos por los ministros y siendo aprobado antes del verano. Estas medidas legales se basan en las quince propuestas presentadas por los ministros el pasado día 24 de marzo.

El nuevo marco regulatorio, que entra en vigor de manera inmediata, se estructura en torno a dos pilares fundamentales. En primer lugar, busca brindar apoyo a los influencers a través de diversas medidas, así que determina una definición legal de la actividad de influencia comercial, lo cual permitirá recordar y aplicar de manera efectiva las normas publicitarias pertinentes. Además, se definirá legalmente el papel y funcionamiento de las agencias de influencers. Para garantizar relaciones claras y transparentes entre marcas, agencias e influencers, se promoverá la firma de contratos escritos en formato libre, a partir de una cantidad determinada. También se pondrá en marcha una “guía de buena conducta” para los influencers, con el objetivo de establecer reglas y buenas prácticas. Para fomentar la influencia responsable, se creará la Conferencia de Influencia Responsable, un evento anual que se llevará a cabo en Bercy. Además, se aplicará la dieta del modelo infantil a los influencers menores de edad, protegiendo así su bienestar y asegurando una práctica responsable.

En segundo lugar, se busca salvaguardar los derechos de los consumidores a través de una serie de medidas protectoras. Se establecerá una brigada de influencia comercial, la cual estará compuesta por 15 agentes a tiempo completo. Esta brigada tendrá la responsabilidad de supervisar y regular las actividades relacionadas con la influencia comercial. Para garantizar la transparencia en el uso de imágenes y videos generados por inteligencia artificial, se exigirá que se indique claramente cualquier manipulación realizada. Asimismo, se prohibirá la promoción de ciertos bienes, servicios o causas que puedan ser perjudiciales para la salud o para el bienestar de los consumidores, tales como actos de salud, medicina, cirugía estética, nicotina, abstención terapéutica o animales salvajes. Se establecerán también obligaciones de transparencia y responsabilidad en el caso de prácticas de dropshipping, evitando así posibles abusos. Las plataformas en línea, por su parte, tendrán la responsabilidad de retirar cualquier contenido ilegal que se publique en sus plataformas. Se reforzará la supervisión de los influencers que se encuentren radicados en el extranjero, quienes deberán designar un representante legal en Francia y contratar un seguro en caso de ocasionar daños. Además, se aplicarán sanciones reforzadas y graduadas para aquellos que no cumplan con las regulaciones, incluso llegando a la prohibición de ejercer su actividad y a la intervención de las autoridades de control.

Este proyecto de ley representa un importante avance en la regulación de la influencia comercial en las redes sociales. Su objetivo principal es proteger los derechos de los consumidores y promover una práctica responsable por parte de los influencers. Francia, según la nota de prensa de las autoridades francesas, se posiciona como líder en este ámbito al ser el primer país europeo en implementar un marco regulatorio integral para el sector de la influencia comercial. Con estas medidas, se establece un precedente para otros países, brindando un ejemplo de buenas prácticas y una base sólida para abordar los desafíos que surgen en un entorno digital en constante evolución.

El orgullo francés no debe confundir. En España, los influencers se encuentran sujetos a una serie de normas y regulaciones que rigen su actividad en el ámbito digital y en las redes sociales. Estas normativas tienen como objetivo garantizar un entorno de comunicación justo, transparente y seguro para los usuarios, al mismo tiempo que protegen los derechos y promueven prácticas éticas en el ámbito de la influencia en línea.

Dentro del marco legal español, existen varias leyes que son especialmente relevantes para los influencers. Entre ellas, se encuentra la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico, que regula el comercio electrónico y establece las obligaciones y responsabilidades de los prestadores de servicios en línea. Asimismo, la Ley 13/2022, de 7 de julio, General de Comunicación Audiovisual, establece los principios y requisitos para la prestación de servicios audiovisuales y regula la publicidad en medios digitales. La Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad, también es aplicable a los influencers, ya que regula la publicidad en general, incluyendo las prácticas publicitarias en línea. Por otro lado, la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal, tiene como finalidad proteger la leal competencia entre empresas y evita prácticas comerciales desleales. La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, es especialmente relevante para los influencers, ya que regula la protección de datos personales y establece las obligaciones que deben cumplir en relación con el tratamiento de la información personal de sus seguidores y usuarios. La protección de los derechos de propiedad intelectual también es importante para los influencers, y el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regula estos derechos y establece los límites y excepciones para su uso. En cuanto a la protección de la imagen y el honor, la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, establece los derechos y las limitaciones en relación con la difusión de imágenes y la protección de la reputación de las personas. Finalmente, la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, también es aplicable a los influencers, ya que establece delitos que se pueden cometer el ámbito digital y las penas correspondientes.

Todas y cada una de las normas constituyen un marco jurídico que, aunque sea disperso, ayuda a recoger un tratamiento completo de la actividad de los influencers en España. Ello no debe perderse de vista, aunque tampoco puede olvidarse que, con el transcurso del tiempo, será posible que termine siendo necesario un marco regulatorio transfronterizo adaptado en el seno de la Unión Europea.




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