Desde el 1 de Octubre de 2017, todos los trabajadores contratados que realicen trabajos de edificación y obra pública en Francia tienen que tener obligatoriamente una tarjeta BTP.
La obtención de la nueva tarjeta concierne tanto a empresas en territorio francés, como a empresas establecidas en el extranjero que envíen a trabajadores desplazados, para llevar a cabo, dirigir u organizar, trabajos en el sector de la construcción u obra pública, incluso si es de manera ocasional, accesoria o temporal.

El trabajador que deberá disponer de dicha tarjeta es aquel que lleve a cabo, dirija u organice; incluso de manera ocasional, accesoria o temporal, trabajos de: excavación, construcción, demolición o transformación, saneamiento, terraplén, rehabilitación o renovación, montaje o desmontaje de elementos prefabricados, raspado, mantenimiento de obras, rehabilitación o reparación, pintura, cualquier otra operación anexa que esté directamente ligada con estas actividades.

La tarjeta BTP es individual para cada trabajador, y deberá presentarla a los agentes de control (inspectores de trabajo, de la Seguridad Social, de hacienda o aduanas, la policía...) , al encargado de la obra o a los agentes del orden que intervengan en la obra.

El encargado de la obra y agente del orden únicamente podrán verificar la validez de la tarjeta. En cambio, los agentes de control podrán acceder a toda la información declarada por la empresa contratante sobre el trabajador gracias al código QR presente en la tarjeta. Por este motivo, no solo es importante que cada trabajador tenga su tarjeta, si no que haya sido dado de alta correctamente, es decir, cumpliendo la legislación francesa aplicable. En caso de que el trabajador no disponga de la tarjeta o que la información que contenga sea incorrecta o insuficiente se podrán aplicar sanciones.