“Como representante de la Abogacía madrileña quiero hacer un llamamiento al diálogo, a la sensatez entre los distintos partidos y en general a la clase política. La ciudadanía no puede entender que, estando en la situación en la que estamos, existan problemas de entendimiento cuando hay prioridades que están por encima de cualquier consideración y de cualquier pensamiento político.”
Con estas palabras ha arrancado el decano del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) una nueva sesión del Foro Justicia, un espacio de debate que organiza mensualmente el ICAM y que ha tenido como ponente a la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), Cani Fernández.
En su intervención, José María Alonso ha reclamado a los poderes públicos que dejen a un lado sus discrepancias políticas en la gestión de la crisis sanitaria y se pongan de acuerdo en aras del bien común: “pido tanto al Gobierno de la nación como al Gobierno de la Comunidad de Madrid un entendimiento inmediato por la salud de los madrileños”.
El decano madrileño ha recordado en sus palabras de bienvenida que el Foro Justicia se creó con el propósito de mostrar que la abogacía, más allá de velar por los intereses de sus clientes, es un pilar para el buen funcionamiento del Estado de Derecho y un actor principal no sólo en el ámbito jurídico sino también en el económico y social. Junto con el resto de profesiones madrileñas, los abogados contribuyen a generar cerca de una cuarta parte de la riqueza en la región, según ha explicado Alonso citando un estudio elaborado recientemente por la Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid, de la que es presidente.
En el contexto actual, Alonso ha invitado a todos los profesionales a desempeñar un papel fundamental en la reconstrucción económica y social del país: “todos tenemos la obligación de dedicar nuestro esfuerzo al desarrollo de España”, ha exigido. Sobre el papel de los colegios profesionales, Alonso ha recordado que estas instituciones garantizan cuestiones tan importantes como la deontología y la formación, y en el caso de los colegios de abogados aseguran además algo tan importante como la defensa jurídica gratuita, que sirve para defender los derechos y los intereses de los ciudadanos menos favorecidos. “Si no hubiera colegios de abogados, podríamos entrar en la ley de la selva”, ha señalado.
Para el decano, el mejor exponente de ese protagonismo de la abogacía en todas las áreas de la economía y el derecho es la presencia de Cani Fernández, “la mejor especialista en Derecho de Competencia de este país,” al frente de uno de los principales organismos reguladores. “Este Colegio se siente profundamente orgulloso de tenerte al frente de la CNMC, juegas un papel fundamental en que este país salga para adelante”, ha destacado Alonso.
Respecto al papel de la CNMC en la reconstrucción económica de España, Fernández ha explicado que el organismo cuenta con tres herramientas principales para contribuir a generar un impulso atemporal e ilimitado de la economía: el control de concentraciones, la promoción de la competencia y la regulación eficiente en los ámbitos que tiene conferidos.
En cuanto a los retos que afronta la institución, Cani Fernández ha anticipado un aluvión de concentraciones empresariales como consecuencia de la pandemia, correspondiendo a la CNMC velar por que no restrinjan la competencia ni afecten a los consumidores, es decir, “verificar que sean buenas para la economía”. También ha destacado como desafíos el cambio del concepto de empresa en crisis y la armonización a nivel europeo.
Fernández también se ha referido a la relación del organismo regulador de la competencia con la sociedad civil, que en su opinión debe asentarse en tres pilares: “independencia (tanto del Gobierno como de las empresas), transparencia y rendición de cuentas, y rigor técnico”.
En base a su larga trayectoria en el ejercicio de la abogacía, la presidenta de la CNMC ha recomendado a los jóvenes abogados que se tomen su tiempo para analizar bien qué es lo que más les gusta de una profesión “muy exigente” y que requiere mucha pasión. Por otra parte, para romper la inercia que impide a las socias de los despachos de abogados alcanzar posiciones de máxima responsabilidad en su estructura, Fernández ha destacado dos claves: flexibilidad y orientación a resultados. “Necesitamos que nos dejen organizarnos a nosotros mismas, y orientando a resultados las mujeres salimos ganando seguro”, ha concluido.
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