Los profesionales del mundo jurídico cada vez tienen retos más exigentes. La tensión que eso produce es cada vez mayor y conocer sus límites es fundamental para prevenir consecuencias que perjudiquen su salud.
Manuel Trujillo
La modernidad y la velocidad de los cambios que ocurren diariamente exige un esfuerzo cognitivo cada vez mayor a los profesionales del mundo jurídico. ¿Están preparados? ¿Cómo pueden manejar su respuesta ante el estrés? ¿Les trae consecuencias estar en un modo litigante de forma permanente?
En Idealex.press conversamos con José Antonio Cousiño, Sicólogo especialista, facilitador, y conferencista en felicidad, desarrollo y mindfulness organizacional, sobre la exigencia y tensión cada vez mayor a la que están expuestos abogados, fiscales, y otros cargos del mundo jurídico.
¿Cómo influye la cultura actual en la generación de estrés a los diferentes profesionales?
Para Cousiño, la economía liberal provoca que los profesionales sean cada vez más exigentes consigo mismos y tomen cada vez más responsabilidades sin lograr un equilibrio entre lo personal y laboral.
“En la sociedad actual, uno de los principales motivos de estrés es la propia exigencia del profesional: la autocrítica”, agregó el especialista.
La autocrítica es concebida como una “herramienta poderosa de autogestión”, pero también forma parte de los principales elementos que provocan estrés en los profesionales, pudiendo incidir negativamente en el desempeño de la persona afectada.
Para Cousiño hay una relación directa entre los abogados y el estrés, pero ¿cómo funciona en el caso de los profesionales del mundo jurídico?
“El trabajo legal se basa en situaciones de beligerancia. Hay litigio de dos partes contrapuestas. Eso activa la respuesta de estrés. La exigencia cognitiva en buscar las fallas, riesgos y amenazas, activa el modo litigante, que se podría describir como un estado peleador o alerta. En este caso, la respuesta fisiológica del profesional es para pelear o salir corriendo. No para resolver problemas de una forma creativa. Lo que el profesional necesita en ese momento es bajar el umbral de excitación y tensión para lograr el equilibrio, y así funcionar de manera adecuada. Un poquito de tensión está bien porque me despierta y lo dispone para la acción, pero solo un poquito. Y esa personas deben conocer sus propios límites”, destacó.
Escucha la entrevista completa en el siguiente video.
.Reproducción autorizada. Ver artículo original
¿Te ha gustado este artículo?
SUSCRÍBETE A NUESTRA NUEVA NEWSLETTER
Hemos creado para ti una selección de contenidos para que los recibas cómodamente en tu correo electrónico. Descubre nuestro nuevo servicio.
No hay comentarios.