- Su índice de salud, en negativo: el Pulso español del mid-market se sitúa en -11,8 puntos, en una escala de -50 a 50.
- Un 32%de los empresarios reconoce que no cumple con los requisitos para acceder a los Fondos de Recuperación Europeos y un 17% dice que desconoce cómo tramitarlos.
- Pese a una leve mejora, los directivos españoles son los menos optimistas de la Unión Europea: sólo un 29,1% confía en una buena evolución de la economía en 2021.
- Las expectativas de crecimiento empresarial ofrecen ligeras señales positivas: aumenta el porcentaje de empresas que esperan mejorar sus ingresos (38%) y beneficios (29%) este año.
- Del lado de las barreras al crecimiento, preocupa especialmente la escasez de pedidos (58%).
La incertidumbre de las empresas españolas sobre la duración de la pandemia se hace notar en sus perspectivas de crecimiento y en la percepción de barreras para su recuperación, lo que provoca que la salud general del mid-market en nuestro país se reimpulse a menor ritmo que el resto de la media europea.
Esta es una de las principales conclusiones del nuevo Pulso de la Mediana Empresa Española de la firma de servicios profesionales Grant Thornton, que mide la salud de las compañías medianas del país, de entre 50 y 500 empleados, comparándolas con las de Europa y las del resto del mundo, a partir de una metodología desarrollada Oxford Economics, que analiza cada seis meses las perspectivas y barreras para el crecimiento percibidas por más de 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España.
Pese a que las perspectivas de crecimiento mejoraron a ojos de los empresarios en la segunda mitad del 2020, hasta situarse en 29 puntos, las barreras que frenarán sus negocios son mayores, -52,7 puntos. El Pulso se obtiene con una media de ambas, por lo que la salud de la empresa mediana en España se sitúa en negativo en la actualidad, hasta los -11,8 puntos (de una escala de 50 a -50).
Este dato está más de 11 puntos por debajo del nivel pre-pandemia (-0,6) y equivale al resultado más crítico de la crisis de la zona euro, lo cual pone en relieve el grave impacto económico que la COVID-19 está provocando en nuestro segmento medio empresarial.
El resultado además sitúa el Pulso español por debajo del de la Unión Europea (-6,4%) y del índice global (-3,6%), pero su ligera mejoría con respecto al tremendo impacto del primer semestre de 2020 se explica por la relativa recuperación de la actividad que hubo a partir de verano. “Los estímulos que anunció el Banco Central Europeo, con avances muy palpables en su programa de compras contra la pandemia (PPPE) y las ayudas prometidas del Fondo de Recuperación y Resiliencia planteado por Bruselas ha influido en esta tímida mejoría del índice en la segunda mitad del año pasado”, explica Carlos González Luis, socio de Consultoría del Sector Público y portavoz económico de Grant Thornton.
Por tanto, las perspectivas de crecimiento que albergan los empresarios consultados ofrecen ya algunas señales de mejora en nuestro país y pasan de 24,1 a 29 puntos, impulsadas principalmente por su mayor optimismo hacia la evolución de la economía, su mayor expectativa de mejorar resultados, una subida de precios y un aumento de sus exportaciones, junto con una mejoría más moderada de su disposición a invertir en 2021.
Las barreras al crecimiento, por el lado del contrario, se moderan y pasan de -54,6 a -52,7 puntos. Estos obstáculos incluyen aquellos elementos que van a frenar el crecimiento de las empresas medianas, como la preocupación por la incertidumbre económica, las limitaciones que les harán ofertar menos productos o servicios o las barreras de demanda en los pedidos.
Poco conocimiento sobre el acceso de los Fondos Europeos
Precisamente, uno de los grandes pilares sobre los que la economía española mantiene más esperanzas para armar su próxima recuperación se sustenta en los Fondos Europeos de Recuperación y Resiliencia. A la espera de que durante la segunda mitad de año España reciba una primera partida de 27.000 millones de la Unión Europea, los directivos nacionales de la mediana empresa reconocen que miran todavía con cierta distancia el acceso a estas ayudas.
El 33% de los empresarios españoles encuestados en el Pulso de Grant Thornton asegura que conocen el procedimiento para acceder y están preparados para solicitarlas. Sin embargo, un 32% reconoce que no cumple con los requisitos para acceder a estos fondos, pese a ser plenamente conocedores de todos los trámites para solicitarlos.
Un 17% de los encuestados dice que no ha intentado por el momento acceder a ninguna ayuda y la misma proporción, un 17%, aseguran desconocer por completo el procedimiento para activar la solicitud. “Para aprovechar al máximo los Fondos, es necesario un esfuerzo adicional para alinear las capacidades de España y para que el propio proceso de cambio suponga la base del nuevo modelo de desarrollo común de nuestras generaciones futuras. Hay que asegurar una colaboración público-privada efectiva y usar extensivamente las tecnologías en la gestión de los fondos. debemos tener una visión holística de los fondos europeos sin olvidar que su ciclo de vida incluye no sólo la captación, sino también una buena gestión financiera, una ejecución acelerada, una justificación de ayudas sólida, una medición de resultados constante y una verificación rigurosa y ágil”, concluye Carlos González Luis, portavoz de Grant Thornton.
Evolución Histórica del Pulso de la Mediana Empresa en España
Perspectivas: mejora del optimismo y ligera activación de las inversiones y exportaciones
Los empresarios del mid-market español han mejorado ligeramente su optimismo y buenas sensaciones respecto a la evolución de la economía en 2021. En concreto, 3 de cada 10 directivos (29,1%) aseguran mostrarse optimistas: 5 puntos más que a mediados de 2020. Sin embargo, esa cifra está muy lejos todavía del 40,5% de empresarios que decían mostrarse confiados en el futuro de la economía a finales de 2019, justo antes de la pandemia.
Evolución de las Perspectivas de Negocio de la Mediana Empresa Española
El optimismo de la mediana empresa europea también ha mejorado en relación con el primer semestre de 2020, situándose en el 36,1%. Y la misma tendencia se registra en la media global, donde más de la mitad de los directivos (57,2%) se muestran confiados en que la economía mejorará.
Con estos números, y pese a la ligera mejora, los empresarios españoles son todavía los menos optimistas de toda Europa. Para Carlos González Luis, “la gran dependencia de nuestra economía del sector servicios en general y de actividades especialmente impactadas por la pandemia como el turismo hace que nuestros empresarios se muestren menos optimistas que sus colegas europeos sobre la evolución económica en 2021. Para que ese optimismo acabe de alinearse con nuestros países homólogos, es importante una mayor claridad sobre los plazos y mecanismos en torno a los cuales se articulará la llegada a nuestro país de los Fondos de Recuperación y Resiliencia europeos”.
En cuanto a la coyuntura, es decir, cómo creen que van a evolucionar sus resultados, sus políticas de precios y sus exportaciones, los empresarios españoles también han mejorado sus perspectivas. Un 38% de las compañías medianas españolas prevén aumentar sus ingresos en 2021: 10 puntos más que en el primer semestre de 2020. Un dato alejado del de finales de 2019, en que casi la mitad de los empresarios confiaban en aumentar ingresos, pero que muestra una evolución positiva incluso en plena tercera oleada. Esas previsiones en materia de ingresos son además mejores a las de la media europea (34%).
En cuanto a la previsión de beneficios, un 29% de los empresarios confían en aumentar sus ganancias en los próximos meses: 6 puntos por encima de lo registrado tras el primer semestre de 2020. La mejora de la percepción en estos elementos, unida a que el 21% espera poder incrementar sus precios, ha propiciado una mejor percepción de la coyuntura.
El tercer elemento que determina las perspectivas de la mediana empresa española son las inversiones, y el porcentaje de empresarios que prevén incrementarlas en 2021 se sitúa en 25,9 puntos. Pese a tratarse de un dato mejor al del primer semestre de 2020 (24,3), cabe apuntar que los directivos españoles tienen todavía una menor disposición exportadora que antes de la pandemia, aunque se muestran más convencidos de apostar por la salida al exterior de cara a su recuperación que sus colegas europeos. Un 32% de los directivos españoles consultados por Grant Thornton aseguran que aumentarán sus exportaciones el año próximo, frente al 24% de la media europea.
Para Ramón Galcerán, presidente de la Firma en España, “es imprescindible que nuestras empresas tomen conciencia de que las exportaciones han de ser un elemento fundamental de sus estrategias de cara a la recuperación, en un contexto en el que cabe esperar una contracción del consumo interno por lo menos en el corto plazo”.
Todavía en materia de inversión, destaca el cambio de tendencia en su tipología. Si, durante el primer semestre de 2020, los esfuerzos y previsiones de incremento se centraban en las partidas orientadas a mejorar el I+D y tecnología, ahora es la inversión en activos tangibles (como la compra de nuevas plantas o de maquinaria) la que registra mayores incrementos, en gran medida por el desbloqueo de inversiones que estuvieron paradas durante el confinamiento.
En contraste, solo el 34% de los empresarios españoles reconocen que incrementarán sus inversiones en tecnología el próximo año: cifra que se sitúa 2 puntos por debajo que de la del primer semestre 2020 y lejos todavía del 45% que alcanzó en 2019. La misma situación ocurre con la inversión destinada al I+D. Un 27% dicen que destinarán más recursos a esta partida el próximo año, sin registrar apenas variaciones con respecto al semestre anterior y 15 puntos menos de lo declarado a finales de 2019.
La decisión de los empresarios españoles contrasta con la tendencia europea y global, que sigue apostando por aumentar sus inversiones en I+D y tecnología, aunque también de manera prudente. “Tecnología, innovación y sostenibilidad son los pilares que la Unión ha marcado para situar al país en una senda adecuada de recuperación. Por tanto, lo recomendable es que la empresa española del middle-market siga apostando por invertir estratégicamente en ellas y reforzar así su posición de futuro”, explica el portavoz de Grant Thornton Carlos González Luis.
Barreras: incertidumbre y preocupación por la escasez de demanda
Del lado de los elementos que más inquietan a nuestro mid-market, el Pulso de la Mediana Empresa Española de Grant Thornton registra una considerable preocupación sobre las perspectivas de la economía española en 2021: una de las más afectadas por la pandemia. Los empresarios empeoran además su percepción de las barreras del lado de la demanda respecto al primer semestre de 2020.
Evolución de las Barreras de Negocio de la Mediana Empresa Española
Las barreras que los directivos españoles apuntan como frenos a su expansión se sitúan en -52,7 puntos, lo cual es una mejora muy tímida de 2 puntos con respecto a la segunda mitad de 2020 y está 8 puntos por debajo de la media europea (-44,9). Esta mala puntuación tiene que ver con un nivel de incertidumbre todavía muy elevado, lo cual, unido al bajo optimismo, resalta aún más el elevado nivel de preocupación a corto plazo de las empresas españolas.
El 66,2% de los empresarios consideran que la incertidumbre sobre la evolución de la economía española es una de las principales barreras para su crecimiento, porcentaje todavía alto pero que mejora en 9 puntos al registrado en el primer semestre de 2020. La cifra está cerca además del 62,3% global, pero lejos del 55,1% de la UE, de modo que la percepción de incertidumbre es más acusada en nuestro país que en los de nuestro entorno.
La preocupación sobre el comportamiento de la demanda es otro de los elementos que sitúan la salud de la media empresa española en unos niveles de prudencia. Más de la mitad de las empresas consultadas (58,4%) ven la escasez de pedidos como una limitación potencial para su actividad en 2021. El dato empeora además en 5 puntos al registrado antes del verano, de modo que nuestros empresarios están hoy más preocupados por la falta de demanda que antes del verano, entre la primera y la segunda ola de la pandemia.
Sin embargo, los empresarios no ven tantas limitaciones a la oferta (38,2%) que van poder poner a disposición del mercado, principalmente por una reducción de los costes laborales, una mayor disponibilidad de trabajadores cualificados y en la percepción de que el acceso a financiación no empeoró durante la segunda mitad de 2020.
Los empresarios españoles, preocupados por la burocracia
Aparte del análisis económico anteriormente analizado, el Pulso de Grant Thornton pregunta cada semestre por otras inquietudes a los empresarios. En los resultados actuales se ha puesto de manifiesto que, en la era COVID-19, las preocupaciones sobre la regulación y la burocracia se han intensificado a medida que se han ido desplegando normas e incentivos para luchar contra la pandemia, apoyar a las empresas y proteger a las economías domésticas. Más de la mitad de los directivos (52%) consideran una barrera al crecimiento el aumento de los trámites administrativos: 3 puntos más que en el primer semestre de 2020.
“La percepción de que la regulación y los trámites administrativos constituyen una barrera para el crecimiento para nuestros empresarios ha de conducirnos a una reflexión sobre la necesidad de una simplificación administrativa, tanto en el momento actual, en que seguimos inmersos en la pandemia, como cuando la superemos y tengamos que enfocarnos todavía más en la recuperación económica. Esta clarificación burocrática es clave además para aprovechar al máximo los Fondos que nos lleguen de Europa a partir de verano”, explica Carlos González Luis.
Entre los empresarios de la Unión Europea, la sensación es parecida. Un 45% considera la excesiva regulación un problema para sus negocios, algo menos que el conjunto global de los encuestados (49%).
Poco conocimiento sobre el acceso de los Fondos Europeos
Precisamente, uno de los grandes pilares sobre los que la economía española mantiene más esperanzas para armar su próxima recuperación se sustenta en los Fondos Europeos de Recuperación y Resiliencia. A la espera de que durante la segunda mitad de año España reciba una primera partida de 27.000 millones de la Unión Europea, los directivos nacionales de la mediana empresa reconocen que miran todavía con cierta distancia el acceso a estas ayudas.
El 33% de los empresarios españoles encuestados en el Pulso de Grant Thornton asegura que conocen el procedimiento para acceder y están preparados para solicitarlas. Sin embargo, un 32% reconoce que no cumple con los requisitos para acceder a estos fondos, pese a ser plenamente conocedores de todos los trámites para solicitarlos.
Un 17% de los encuestados dice que no ha intentado por el momento acceder a ninguna ayuda y la misma proporción, un 17%, aseguran desconocer por completo el procedimiento para activar la solicitud. “Para aprovechar al máximo los Fondos, es necesario un esfuerzo adicional para alinear las capacidades de España y para que el propio proceso de cambio suponga la base del nuevo modelo de desarrollo común de nuestras generaciones futuras. Hay que asegurar una colaboración público-privada efectiva y usar extensivamente las tecnologías en la gestión de los fondos. debemos tener una visión holística de los fondos europeos sin olvidar que su ciclo de vida incluye no sólo la captación, sino también una buena gestión financiera, una ejecución acelerada, una justificación de ayudas sólida, una medición de resultados constante y una verificación rigurosa y ágil”, concluye Carlos González Luis, portavoz de Grant Thornton.