Pero ¿cuáles son los ciberataques más probables y qué impacto tendrán en las empresas en los próximos doce meses? Los encuestados en la Digital Trust Survey destacan dos como los más probables: los ataques dirigidos a los servicios en la nube (así lo afirma el 58% de los directivos de tecnología globales y el 34% de los españoles), y los ransomware (57% globales y 37% españoles), un tipo de ciberataque en el que se cifran los archivos y los sistemas informáticos de una empresa y se pide el pago de una cantidad económica para liberarlos. Les siguen los ataques disruptivos a áreas críticas del negocio o aquellos que se esconden detrás de la desinformación o de noticias falsas.
En cuanto a su impacto, los participantes en el informe estiman que los ataques dirigidos a sus servicios en la nube junto con los ransomware, son también los que potencialmente pueden tener un efecto más negativo para el negocio de las compañías, según el 60% de los responsables de tecnología encuestados. Unas conclusiones que encajan con el movimiento de muchas empresas de migrar sus operaciones y sus servicios a la nube desde que se desencadenó la pandemia. De hecho, los participantes en el estudio consideran que la nube va a ser la base sobre la que se construya la nueva generación de soluciones de seguridad.
Por sectores, los directivos y responsables de tecnología de las entidades financieras y de las compañías de medios y telecomunicaciones afirman que la desinformación y los ransonware serán los ataques que con mayor probabilidad experimenten el próximo año. Si miramos el origen de los ciberataques, la opinión de los participantes en el estudio se inclina por que estos procedan, en este orden de probabilidad, de cibercriminales, activistas, competidores, proveedores, de Estados, empleados y antiguos empleados.