Las organizaciones al crearse mantienen un estándar en cuanto a los valores que deben prevalecer en la misma. Estos son el origen de la misión y visión de la organización y el sustento de todos sus procesos. Por medio de estos el usuario puede mantener su fidelidad a la empresa. Es importante señalar que deben guiarse por principios, entre los que se mencionan la honestidad, la justicia y la responsabilidad, todo en conjunto representa un equilibrio para la administración empresarial.

Es necesario resaltar que en la actualidad las asociaciones se encuentran en un proceso de transformación que involucra aspectos como la globalización, la tecnología y los sistemas sociales, lo que hace ineludible el compromiso de estas con las sociedades donde se encuentran inmersas. Estos procesos de cambio se facilitan desde la perspectiva de la cultura organizacional, misma que para T P M (2 0 0 7), se define como;

un grupo complejo de valores, tradiciones, políticas, supuestos, comportamientos y creencias esenciales que se manifiesta en los símbolos, los mitos, el lenguaje y los comportamientos y constituye un marco de referencia compartido para todo lo que se hace y se piensa en una organización. Por ser un marco de referencia, no atiende cuestiones puntuales, sino que establece las prioridades y preferencias acerca de lo que es esperable por parte de los individuos que la conforman (p.1).

Lo anterior permite inferir que la cultura organizacional es la esencia de la empresa, y no solo como organización también se incluye en esta el comportamiento que debe ejecutar cada uno de sus miembros para el mejor desempeño de las funciones o competencias de la empresa, partiendo de los valores, tradiciones y políticas. Se debe recordar que esta cultura interna   servirá de marco para las interacciones con los miembros de la sociedad.

Es evidente entonces que estas no necesariamente implican aprobación por la mayoría de los colaboradores de la agrupación, pero pueden ser fuentes de innovación que contribuyan al desarrollo de la empresa.

Hecha la observación anterior, es de destacar que la organización tiene responsabilidad en hacer que sus miembros (inclusive los directivos) cumplan con todos los preceptos referente a la cultura organizacional, traducida en la visión y misión de la misma por lo tanto debe considerarse como importante el cumplimiento de todos los valores que la sustentan. Para The Institute Of Internal Auditors (2014)

Los altos ejecutivos deben hacer que el comportamiento ético y el tono en la gerencia sea una prioridad. Se trata tanto de “Hablar con el ejemplo” y “caminar el camino”. Los empleados incluso notan las diferencias sutiles entre tono y acciones (p.2).

Por supuesto si en una organización los directivos o altos ejecutivos mantienen la cultura organizacional, siguen las pautas establecidas en su misión y visión, los empleados que dependen de estos los continuarán. Ello a razón que estos deben fungir como guía en todos los procesos gerenciales, o con la finalidad de conseguir los objetivos trazados por la organización.

Como ya se ha aclarado la empresa debe mostrar una imagen adecuada hacia los clientes de sus productos, de esto se trata que esta actué con ética bajo los principios morales que debe permitir que la sociedad la visualice tal como es internamente.  Es de todos conocidos que en ocasiones el poder trae consigo el uso y abuso de este, originando en la organización en primer lugar problemas de interrelaciones lo que pudiera dar como resultado en segundo lugar la perdida de la gobernabilidad, que se traduce en el incumplimiento de los valores éticos, que representan la distinción de la conducta y que permite conocer hacia la dirección de cada miembro de la empresa.

Hecha la observación anterior resulta importante que en la organización se mantengan las relaciones del contexto y el individuo, incentivando en este último el sentido de responsabilidad en cuanto al cumplimiento de los parámetros ético-morales, ello representa los cambios organizacionales que en la actualidad se manejan o se llevan a cabo, donde se menciona lo referido a la responsabilidad social que integra a la empresa con la sociedad o comunidad donde esta se encuentra enclavada.

 Ante la situación planteada la organización empresarial debe ser capaz de ser partícipe de los cambios en los diversos aspectos de la sociedad, como por ejemplo estructurales en diferentes índoles, social, cultural, económico y político, siendo que, si esta trabaja desde la base de la ética y la moral, puede crear situaciones que favorezcan a las sociedades. Ello en razón que estas últimas reclaman de las empresas un comportamiento ético y moral, frente al cuidado y preservación del ambiente, realizando todo lo necesario para lograr la sostenibilidad y sustentabilidad del planeta.

En efecto los últimos años han marcado transformaciones y cambios en la sociedad y por ende en todas las organizaciones,  generándose así una nueva  visión de regencia , todo ello en pro de  lograr una determinada solución a un problema en específico utilizando para ello el pensamiento Transcompleja, pudiendo lograr entonces, nuevo criterio de funcionabilidad que facilite la operatividad de la empresa desde la base del conocimiento, manteniendo su visión y misión íntegras, es decir que pueda manejarse bajo un clima organizacional o de cultura.

Fundamentalmente las organizaciones buscan proyectarse y mantenerse en la fidelidad del usuario y de su producto, lo que se logra al cumplir con las tareas esenciales en el funcionamiento de las actividades de esta. Obviamente se entiende que debe estar basada en lo que se ha mencionado en párrafos anteriores: ética- moral y cultura organizacional.