Andrus Ansip, vicepresidente responsable del mercado único digital, ha declarado: «Con demasiada frecuencia, las personas no pueden acceder a las mejores ofertas en sus compras en línea o deciden no comprar en otros países porque los precios de envío son excesivos o temen no poder ejercer sus derechos si algo sale mal. Deseamos resolver los problemas que impiden a los consumidores y a las empresas aprovechar plenamente las oportunidades de comprar y vender productos y servicios en línea».
Por su parte, Günther H. Oettinger, comisario de Economía y Sociedad Digitales, ha declarado: «La iniciativa sobre el bloqueo geográfico establece el equilibrio adecuado para, por un lado, satisfacer el interés de los consumidores por comprar en línea sin fronteras y, por otro, ofrecer una seguridad jurídica suficiente a las empresas. Confío en que nuestro enfoque, al tener debidamente en cuenta las especificidades de determinados sectores, dé el impulso adecuado al comercio electrónico transfronterizo en la UE».
Elżbieta Bieńkowska, comisaria de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, ha añadido: «La discriminación entre los consumidores de la UE como consecuencia de la pretensión de segmentar los mercados según las fronteras nacionales no tiene cabida en el mercado único. Unas normas más claras, un mejor cumplimiento de las normas y unos servicios de paquetería transfronterizos más asequibles ayudarán a los consumidores y a las empresas, especialmente las pymes, a sacar el máximo partido del mercado único de la UE y del comercio electrónico transfronterizo».
Para Vĕra Jourová, comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, ha afirmado: «En Europa, demasiadas personas recelan de las compras en línea porque desconocen sus derechos o consideran que es difícil ejercerlos. Quiero que los consumidores compren en línea con la misma confianza que en los comercios tradicionales. Vamos a dar a las autoridades de protección de los consumidores los medios necesarios para defender mejor los derechos de los consumidores en línea y combatir las prácticas fraudulentas. El paquete de medidas presentado hoy constituye un importante paso para acompasar la protección de los consumidores al comercio en línea y ofrecer seguridad jurídica a los comerciantes».
El paquete sobre el comercio electrónico presentado ayer se compone de:
una propuesta legislativa para abordar el bloqueo geográfico injustificado y otras formas de discriminación por razón de la nacionalidad o del lugar de residencia o de establecimiento;
una propuesta legislativa sobre servicios de paquetería transfronterizos para aumentar la transparencia de los precios y mejorar la supervisión reglamentaria;
una propuesta legislativa para reforzar la defensa de los derechos de los consumidores, y orientaciones para aclarar, entre otras cosas, qué debe considerarse una práctica comercial desleal en el mundo digital.
Impedir el bloqueo geográfico y otras formas de discriminación por razón de la nacionalidad o del lugar de residencia
La Comisión propone legislación destinada a garantizar que los consumidores que deseen comprar productos y servicios en otro país de la UE, en línea o en persona, no resulten discriminados en lo que concierne al acceso a los precios, a las ventas o las condiciones de pago, salvo que la discriminación esté objetivamente justificada por motivos como el IVA o determinadas disposiciones jurídicas de interés público.
Cuando un consumidor entra en una tienda en otro país de la UE, el propietario no le pide su documento de identidad para aceptar la compra o adaptar el precio o las condiciones. Pero en la economía en línea, con demasiada frecuencia, se impide a los consumidores acceder a ofertas en otros países, por ejemplo desviándolos hacia un sitio web específico de su país o exigiéndoles que paguen con una tarjeta de débito o de crédito de un determinado país. Esta discriminación no tiene cabida en el mercado único.
Si bien el principio de no discriminación ya está establecido en la Directiva de servicios y la Comisión lo ha aplicado en sectores de servicios como las empresas de alquiler de automóviles o los parques de atracciones, tanto las empresas como los consumidores sabrán, con mayor seguridad jurídica, qué prácticas están permitidas y cuáles no lo están. El Reglamento ofrecerá seguridad jurídica y medios para hacer respetar los derechos en relación con los productos y servicios vendidos en línea y en el comercio tradicional.
Para evitar una carga desproporcionada a las empresas, el Reglamento no impone una obligación de envío a toda la UE y exime del cumplimiento de algunas disposiciones a las pequeñas empresas que no alcanzan un umbral nacional en materia de IVA.
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