El encuentro online “Crisis COVID-19. En defensa de las empresas españolas” organizado por Estudio de Comunicación, ha contado con la presencia de José Luís Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y la Fundación INCYDE, que ha compartido con los asistentes su visión sobre las medidas y necesidades en materia de recuperación y reconstrucción económica de España y del tejido empresarial español.
José Luis Bonet ha señalado que nos enfrentamos a un desastre mayúsculo y a una crisis económica sin precedentes que, dependiendo de cómo se gestione, puede llegar hasta el año 2023. La Cámara de España prevé una caída del PIB español de entorno al 10,6% y un aumento de la tasa de paro hasta el 19% para finales de 2020. “El consumo se ha colapsado y el gasto público se disparará un 6%. El sector exterior, muy afectado, registra una caída cercana al 20% en las exportaciones y de un 25% en las importaciones”, ha afirmado Bonet. Para 2021, el presidente de Cámara España cree que “la tasa de desempleo puede alcanzar el 21%”.
Bonet aconseja poner en marcha “las 3C”: ‘Confianza’ en las empresas, ‘Contundencia’ en la ejecución de medidas, y ‘Cooperación’ púbico-privada; y ha destacado que ha sido clave mantener el tejido productivo, evitar el cierre de empresas y garantizar la liquidez y, en la segunda fase, es primordial que se mantenga el empleo. “La empresa tiene que ser la verdadera protagonista para dar solución al problema -ha manifestado-. En esta pandemia ha habido héroes como los sanitarios o las fuerzas de seguridad, pero también los empresarios son unos héroes por mantener a flote sus empresas y sin ellos no se saldrá de la crisis”.
El presidente de la Cámara piensa que, hasta el momento, el Gobierno ha tomado medidas acertadas “como los avales del ICO y las de los ERTE, pero otras de tipo fiscal no han estado a la altura. La partitura era buena, pero se ha desafinado en la ejecución por la lentitud, un exceso de planteamiento burocrático, lento y farragoso”. E insiste en que “debemos tener a los empresarios animados porque son los principales motores e impulsores de la economía”. Bonet ha destacado que “el Gobierno que tenemos, aun siendo de coalición parece de división, porque hay una parte que está entendiendo el asunto y tienen la sensibilidad necesaria -como es el caso de ministros como Reyes Maroto, Nadia Calviño, Arancha González o José Luis Escrivá- y otra parte que está en otra órbita”. Y considera “un error el que no haya empresarios en el núcleo duro de la política gubernamental y ocurran episodios dañinos como el anuncio de la derogación de la reforma laboral, que en este momento puede ser un desastre”.
Para José Luís Bonet, “queda por afrontar la fase de reconstrucción -vista a diez años- que requerirá la participación de todos los agentes, diálogo, consenso y paz, y un comportamiento distinto de la clase política”.
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