Esta guía te ayudará a entender cómo completar este proceso y los pasos que necesitas tomar para asegurarte de que todo se completa de forma correcta.

Primero, es importante que entiendas qué significa disolver una sociedad en España.  Disolver una sociedad significa que la sociedad ya no existe. La liquidación es el proceso a través del cual se distribuyen los activos de la sociedad entre los accionistas una vez pagadas las deudas pendientes y cobrados los créditos, tareas a realizar con la conveniente supervisión de los asesores fiscales . Por último, la extinción es definitiva cuando se han cancelado los asientos de la empresa en el Registro Mercantil.

Evidentemente, este es un proceso complejo por lo que es conveniente contar con un abogado que colabore con un buen asesor fiscal para que cierre los balances, o bien, que éste ejerza ambas profesiones, como Enrique Ruiz Prieto.

Cese de la sociedad

Una situación previa a la disolución puede ser el cese de la sociedad, en la que esta queda inactiva sin obligaciones fiscales y aun estando viva jurídicamente no puede operar.

Esta es una situación temporal que no puede durar más de un año, durante este periodo no se está sujeto al pago de impuestos, lo que puede interesar a la dirección financiera de la sociedad.

Disolución de la sociedad

Para disolver una sociedad tienen que existir unos motivos legales o estatutarios.

El Real Decreto Legislativo 1/2010, 2 de julio, la sociedad solo se puede disolver por una de estas causas:

• Por el cese en el ejercicio de la actividad o actividades que constituyan el objeto social. Exactamente, cuando se ha estado al menos un año sin prestar ningún tipo de servicio.
• Porque la finalidad con la que fue creada la empresa ha concluido.
• Por la imposibilidad de conseguir el fin social con el que se propuso la empresa.
• Por la paralización de los órganos sociales de modo que resulte imposible su funcionamiento.
• Por pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que éste se aumente o se reduzca en la medida suficiente, y siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso de acreedores.
• Por reducción del capital social por debajo del mínimo legal, que no sea consecuencia del cumplimiento de una ley.
• Porque el valor nominal de las participaciones sociales sin voto o de las acciones sin voto excediera de la mitad del capital social desembolsado y no se restablece la proporción en el plazo de dos años.
• por cualquier causa establecida en sus Estatutos.

Algunos pasos para seguir para la disolución de la sociedad:

1. Asegurarse de que todos los documentos estén en orden. Esto incluye la documentación de la compañía, la documentación de los cargos y los impuestos pagados.

2. Reunión de los accionistas en Junta General para aprobar la disolución. Esto significa que todos los accionistas deben reunirse y votar para aprobar la disolución y liquidación de la sociedad.

3. El siguiente paso es asegurarse de que la empresa está al día con sus obligaciones fiscales. Esto significa que todos los impuestos y cargos deben estar al día antes de que se pueda proceder con la liquidación.

4. Una vez que todos los impuestos y cargos estén al día, se tendrá que anunciar la liquidación en el BORM. Esto le dará a la sociedad una fecha límite para completar la liquidación.

5. Nombrar a los liquidadores de la sociedad. Si algún administrador de la sociedad es nombrado liquidador, será sustituido por otro. Los liquidadores informarán a los administradores de la sociedad.

Liquidación de la sociedad

Las principales obligaciones de los liquidadores son, entre otras, velar por la integridad del patrimonio social en tanto en cuanto no se produzca su reparto. Su tarea consiste en formular inventario y balance final, pago de impuestos, realizar las operaciones necesarias para la liquidación, percibir los créditos sociales y pagar las deudas sociales, llevar la contabilidad y custodiar los libros y documentación de la sociedad y, como ya hemos comentado, informar a los socios y acreedores del proceso de liquidación, entre otras funciones.

En el proceso de liquidación se distribuyen los activos de la sociedad entre los accionistas. Esto se puede hacer de varias maneras, como el pago de una cantidad fija a los accionistas o la venta de los activos para pagarles.

Una vez aprobados por la Junta General el balance de liquidación, el informe de las operaciones de liquidación y la propuesta de reparto patrimonial, los liquidadores deberán otorgar escritura pública de los acuerdos adoptados de extinción de la sociedad ante notario. Se inscribirá en el Registro Mercantil y se hará constancia de la cancelación de los asientos registrales de la sociedad en el mismo.

Es importante tener en cuenta que el proceso puede ser muy complicado y es importante que contar con un buen abogado y una asesoría fiscal para navegar por el proceso.