Los conflictos con la constructora, los desahucios, las cláusulas suelo o techo, problemas con vecinos, problemas de habitabilidad, los contratos de arrendamiento o compraventa…
Son muchos los casos en los que el asesoramiento de un abogado experto en derecho inmobiliario puede agilizar las soluciones y ayudar a solventar cualquier incidencia que vaya surgiendo en el campo del sector inmobiliario.
Cuando se habla de sector inmobiliario se piensa tan solo en las compras de vivienda y alquileres, pero también dentro de su amplio paraguas están las relaciones y reclamaciones a constructoras, las gestiones relacionadas con los locales comerciales y otros muchos casos que sirven de base para sentar el derecho inmobiliario.
Pero, ¿cuáles son las consultas más habituales?
Por norma general, hasta que no se sufre algún incidente poco se piensa en este tipo de servicio. Sin embargo, es imprescindible contar con un bufete de confianza que sea capaz de responder, ante la necesidad, con profesionales de nivel capaces de defender los intereses de quien necesita ayuda.
“Algunas de las reclamaciones más habituales que nos llega tiene que ver con procedimientos judiciales en acciones de responsabilidad por vicios de la construcción (L.O.E. y art. 1591 CC), obras no consentidas o reclamación frente a aseguradoras que no quieren hacerse cargo de las reparaciones que les corresponderían” explican desde García-Luján Abogados.
Sin embargo, por lo que también explican, uno de los más habituales tiene que ver con los locales comerciales cuando se adentran en el mundo de las franquicias, ofreciendo un asesoramiento y defensa tanto a franquiciador como a franquiciado para evitar problemas futuros y llevando de la mano todo el proceso de la puesta en marcha de forma legal, con los pertinentes permisos y demás documentación y contratos.
Más allá de las consultas: llegan las reclamaciones y demandas
Las cuatro demandas más habituales que se presentan en el campo del derecho inmobiliario tienen que ver con cuatro patas:
- Firmas de contratos de compraventas o alquiler.
- Reclamación de deudas por impago tanto de un contrato de alquiler como a la resolución del mismo.
- Problemas en la construcción y habitabilidad de edificios y viviendas.
- Reclamaciones hipotecarias por cláusulas abusivas.
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