Cuando se habla de pro bono normalmente se tiende a pensar en abogados profesionales que colaboran por un fin social desde sus despachos. Sin duda representan una parte esencial del pro bono, pero cada vez van cobrando más fuerza las clínicas jurídicas.

Se trata de un método docente basado en el modelo de las facultades de Medicina por la cual el alumno se enfrenta a una enseñanza práctica y real. Así, la clínica jurídica se convierte en un espacio en el que los estudiantes de Derecho prestan asistencia jurídica gratuita bajo la supervisión de profesores y de posibles colaboradores. Una actividad que aporta muchas ventajas al alumno, tanto académicas como personales, ya que el estudiante pone en práctica los conocimientos que ha ido adquiriendo e incorpora otros adicionales. Además, al tratarse de casos reales, toma conciencia de la relevancia de su trabajo y consigue también la satisfacción personal de haber colaborado por una buena causa.

Y es que en la clínica jurídica se trabaja por la justicia y el Derecho, ayudando a entidades sociales que necesitan asesoramiento o a personas que se encuentran adscritas a programas de dichas entidades. Estos clientes reciben asistencia jurídica gratuita y de calidad debido a que el trabajo lo realizan alumnos muy implicados en ayudarles y que, en todo momento, están supervisados por profesores universitarios.

Según los temas de los que se ocupan, podemos dividir las clínicas en generalistas y especializadas. Tal y como explica María Marqués i Banqué, directora de la Clínica Jurídica Ambiental de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, (Guía para la práctica del voluntariado jurídico, de Fundación Más que Derecho) una ventaja de las clínicas generalistas es la posibilidad de no descartar a priori ningún tipo de caso. Puede dejar, para cuando se presenta la oportunidad, el análisis de la adecuación del caso y del cliente a los principios de formación jurídica clínica, así como la disponibilidad del profesorado y del estudiantado. Por su parte, las clínicas especializadas “son una herramienta idónea cuando lo que se persigue es la especialización de los estudiantes de Derecho en determinadas áreas y/o su sensibilización ante específicos problemas sociales”. Así, encontramos en algunas facultades de Derecho clínicas jurídicas especializadas en temas como discapacidad, igualdad o Derechos Humanos.
Si bien en España hace una década ya se comenzaron a desarrollar diversas iniciativas en centros pioneros como el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III de Madrid o la Universidad de Valencia, en los últimos años cada vez más facultades de Derecho se han ido sumando a esta corriente. De momento, tenemos localizadas 12 clínicas funcionando en diferentes Facultades de Derecho.

Por ello, podemos afirmar que las clínicas jurídicas son hoy una realidad, ofreciendo un servicio de calidad a entidades sociales al mismo tiempo que sensibilizan a los abogados del futuro sobre su responsabilidad social y les brinda nuevas habilidades profesionales.

Desde Fundación Más que Derecho, queremos tener un contacto constante para  apoyar y difundir todas aquellas experiencias que desde estas Facultades de Derecho están haciendo que nuestros futuros abogados tengan siempre muy presente la gran ocasión que tienen para utilizar sus conocimientos a favor de quien no ha tenido esa misma suerte y, a la vez, influir en que su entorno social sea cada vez mas amable.

Y no lo digo yo, alumnos y profesores trabajando en equipo junto con las ONGs nos cuentan sus propias experiencias. Un alegato a la solidaridad.

De todas las actividades de todas ellas, os mantendremos informados.

Entrevista Conexión Pro Bono a Adriana Pascual y Alejandro Pérez Clínica Jurídica UNIR-Fundación Fernando Pombo

Entrevista a Soledad Atienza, Directora del grado de Derecho en IE University

Reportaje sobre estudiantes premiados por sus proyectos en la Clínica Jurídica IE