El poder de la innovación, por Mercedes Olmedo

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En este artículo se expondrán los desafíos a los que se enfrenta el sector jurídico en la actualidad y el papel del profesional del Derecho en este ámbito, además de nuevas cuestiones jurídicas impuestas por la evolución tecnológica. También de como este sector sufre a su vez un proceso de innovación lento pero constante, y siendo una cuestión de adaptación al mundo y a las necesidades de las personas. El nuevo entorno tan tecnológico que predomina actualmente y las oportunidades y desafíos de las sociedades híper-conectadas han generado nuevos papeles y competencias para el Jurista, convirtiéndole en un motor transformador de la sociedad. Por ello, innovar hoy en día requiere valentía y decisión.

A la hora de innovar, podemos destacar tres líneas relevantes: La primera, es la creación de nuevos servicios basados en tendencias de mercado; después, la producción de nuevos instrumentos de relación con clientes, como el saber establecer e incrementar relaciones de confianza profesional con ellos y el adaptarse a sus necesidades y por último, nuevas formas de gestión del sistema que además disminuyen los costes, como las bases de datos legales que se encuentran en Internet, que han conseguido unos niveles muy altos de calidad y que responden a muchas de las necesidades de los juristas. Pero el problema en este tema es la gran cantidad de fuentes que impiden una búsqueda global y total de los contenidos. Las editoriales jurídicas están desarrollando sistemas propios para la lectura de libros y revistas electrónicas, aumentando las bases de datos especializadas, y a todo ello debemos unir los sistemas internos de gestión documental, clientes… e integrar toda esta información en un único sistema de búsqueda se ha convertido en una de las prioridades de cualquier sistema de gestión del conocimiento.

Otro aspecto es la tecnología, que también juega un papel fundamental.

Un claro ejemplo es Internet, que se ha convertido en reflejo de la reputación de muchas empresas, despachos y profesionales jurídicos, y esto es algo que el jurista tiene que vigilar para sobresalir en el mercado y en su trabajo profesional. Y para ello, las empresas de tecnología legal que están en Internet, no sólo aportan soluciones de gestión para los despachos, sino que además ofrecen software capaz de ejecutar el trabajo jurídico mejor, más rápido o más barato, o los tres juntos, como por ejemplo FormalDocs, un asistente para crear documentos jurídicos donde se encuentran contratos y documentos legales que se adaptan a las necesidades de las personas que los necesitan. Según Goodenough, la tecnología y el derecho son “la moda del futuro” (Goodenough, 2013)

Además, cambiar la forma en que se prestan los servicios legales también es una forma de innovar, y en este sentido, Berwing Leighton Paisner, el único despacho que tiene a un Director de Innovación, creó (Lawyers on demand, 2016) un proyecto para la prestación de servicios flexible, que se creó dentro de la propia firma y cuyo objetivo es cambiar la percepción del cliente sobre la forma en que el despacho se adapta a sus necesidades.

Por último, hay que destacar que cambiar el modelo de negocio tradicional de los despachos actuales no es fácil, ya que a este sector le cuesta adaptarse a nuevas tendencias y existen diferencias también entre generaciones, porque los más jóvenes son más del uso de las nuevas tecnologías con más frecuencia que los más mayores, que son más de papel y pluma. Pero tampoco pueden permanecer ajenos a los tiempos porque deben diferenciarse y la innovación es la clave de la diferenciación, y para ello, la formación es un aspecto relevante que está relacionado con esto, ya que, para innovar, los abogados deben estar al día en sus conocimientos.

En conclusión, la actividad innovadora en el sector legal debe ser entendida como una herramienta para que los juristas mejoren su forma de llevar a cabo su trabajo y en el día a día y sepan ser más eficientes y profesionales ellos mismos y con los demás en la sociedad, ya que están a tiempo de reaccionar, de cambiar y adaptarse al mercado. Por ello, como decía el gran Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” (Einstein, 2011)