El Aula de Debate, un foro de discusión impulsado por el ICAM con el objeto de integrar las perspectivas de los principales actores de la sociedad civil sobre cuestiones de actualidad, regresó anoche tras el descanso estival para analizar “La supervivencia del pequeño despacho”.
Para ello, junto al habitual maestro de ceremonias y moderador, el diputado de la Junta de Gobierno Raúl Ochoa Marcos, conformaban la mesa de expertos Gustavo García Tabares, abogado y diputado del Ilustre Colegio de Abogados de Alcalá de Henares; Paloma Díaz Lorente, vicepresidenta de la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid; Pablo Gimeno, inversor y analista económico; y María Jamardo, periodista de Tribunales.
“Los pequeños despachos son el auténtico músculo de la abogacía”, arrancó Ochoa, explicando que se trata del 70% del sector. Para Díaz, que se centró más en los jóvenes, “las nuevas generaciones están mejor preparadas que los letrados anteriores, pero no nos enseñan en la universidad a utilizar las herramientas a nuestro alcance y a entender la abogacía como una actividad empresarial, eso hace que haya muchos jóvenes perdidos”. En este sentido, la vicepresidenta de la agrupación, recalcó la importancia de “crear relaciones profesionales entre compañeros, no sólo otros letrados, sino procuradores, jueces, fiscales… y especializarse, que es la base para poder competir”.
Jamardo, desde una perspectiva externa al propio mundo de la abogacía, explicó la importancia del lenguaje y la necesidad de hacer comprensible la terminología legal para el ciudadano medio, “cuya percepción de la justicia es a través de los grandes casos penales”. Así, la periodista destacó la empatía o la capacidad de escucha como habilidades necesarias, “para el cliente eres el único que lleva su caso, y su caso es lo más importante en ese momento”, y aconsejó recurrir a la “referencia de la proximidad” a la hora de generar mercado para el abogado unipersonal, “como el comercio de barrio frente a las grandes superficies”.
“Sólo los más aptos sobreviven”, declaró Gimeno, refiriendo que “19 de cada 20 empresas quiebran antes del cuarto año de vida”. De acuerdo a Gimeno, las claves para la supervivencia pasan por “entender que ha cambiado la forma de vender”, recordando que ahora “la publicidad tiene que ir teledirigida”. A partir de aquí, “hacer el negocio escalable, siendo valientes e innovadores, también en el modelo de negocio”, fueron los consejos ofrecidos por el inversor.
García sin embargo se mostró optimista, “en este país los pequeños despachos tienen mucha cuota de mercado”, declaró, si bien, aunque sostuvo que “el abogado unipersonal no va a desaparecer”, recomendó “no trabajar por sí solos, porque al final hay que dar un servicio completo”. Para esto último, el diputado de Alcalá se mostró entusiasmado con los “espacios de coworking” así como otras formas de lograr mayor hermanamiento entre profesionales.
Quizá el consejo más fundamental fuera el que reveló Ochoa al final: “si nosotros no nos damos valor, el cliente tampoco va a hacerlo”.
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